“Nuestras más tempranas experiencias
establecen el patrón
de lo que creeremos como realidad”
Dra. Wendy Anne McCarty
Las creencias limitantes más profundas y nucleares de una persona se programan sobre todo durante su concepción, su gestación, su nacimiento y su primer año de vida, conformando el llamado “guión de vida”. En palabras de uno de los pioneros internacionalmente reconocidos en el campo de la Psicología Prenatal y Perinatal, el Dr. William Emerson: “las heridas prenatales y perinatales tienden a formar una grilla o esquema sobre la que se acumulan, como en capas, las heridas posteriores.”
El siguiente testimonio viene de primera mano de la misma Dra. Claude Imbert, antigua interna medalla de oro de los hospitales de Marsella y antigua asistente de los hospitales de Lyon en hematooncología, al publicar en los años 90 su primera vivencia de memoria prenatal en su libro La nueva sofrología. A continuación, un pequeño extracto. Este ejemplo mostraría la existencia de una visión prenatal, una “visión extra ocular” del ser humano en su vida intrauterina, antes de que tenga los ojos completamente desarrollados o que ni siquiera todavía tenga ojos en sus inicios:
“(...) un día, reviviendo mi infancia, abrí una inmensa puerta: la puerta de mi vida intrauterina. Me encontré en el vientre de mi madre, era un feto de alrededor de seis meses. Todo estaba oscuro a mi alrededor, salvo el útero; ella llevaba un vestido negro y hablaba con mi abuela, también vestida de negro. Yo era ese cuerpo flotante en la pesada oscuridad de muros de llanto y de tristeza. Veía como a través de mis ojos grandes y abiertos, aunque la vista no es funcional en esa etapa de la vida. Todo era tan claro y tan preciso que vuelvo a ver esta escena y me vuelvo a encontrar de nuevo allí al escribir estas líneas, aunque hoy, habiendo comprendido las razones de mi miedo y de mi soledad de entonces, es como si viera una película.
Sentía una prisión oscura, un mundo negro y hostil que parecía no querer saber de mí y en el que yo no tenía ganas de vivir. Algunas semanas más tarde, tuve la confirmación de este episodio del “vestido negro”, pues mi madre me dijo que durante su embarazo había llevado luto por la muerte de su padre y que había llorado mucho por él, lo cual yo ignoraba, ya que no conocía la fecha de su muerte ni la relacionaba con mi nacimiento.
La visión que había tenido ¡era una realidad! Tuve la certeza de ello inmediatamente, ¡había sido tan inesperada, precisa y potente la manera de sentirla! Y explica este instinto de supervivencia tan profundamente anclado en mí, que me hizo decir entonces en las tinieblas, “¡la vida debe valer la pena de ser vivida!”. Y explica, entre otras, esta decisión programada desde siempre de arreglármelas sola, que había puesto en práctica en mi vida hasta ese momento, además de explicar también la exclusión del negro de mi guardarropa, incluso en los detalles más ínfimos....”
(...)
“Esta imagen uterina grabada en mi memoria estaba, sin embargo, en total contradicción con todo lo que me había enseñado la medicina sobre el funcionamiento de la visión, que aparentemente sólo es operativa después del nacimiento. ¿Cómo había podido yo ver detalles con tanta agudeza?”
El hecho de que se puedan recuperar memorias prenatales y de nacimiento cuestiona algunos pilares fundamentales de la Medicina, la Biología y la Psicología. Según la Dra. Tara Blasco, doctora en Psicología Clínica especialidad Psicología Prenatal y Perinatal por el Santa Barbara Graduate Institute de California, en su tesis del año 2006 titulada Prenatal and perinatal memories in preverbal children. Clinical observations using videotape examination detalla:
“A lo largo de los últimos doscientos años, la creencia más dominante entre las profesiones médica y psicológica era que los pre-natos y los recién nacidos no eran seres conscientes porque sus cerebros no estaban plenamente desarrollados, y que los niños preverbales no tenían capacidad memorística. Al mismo tiempo, otra creencia prevaleciente era que los adultos no podían recordar sus vidas antes de los tres años de edad —un fenómeno llamado amnesia infantil— y que cualquier recuerdo de esa edad era una fantasía o un falso recuerdo (Chamberlain, 1990; Siegel, 1999; Siegel & Hartzell, 2003). La suposición subyacente es que la mente es una función del cerebro, y, por esta razón, la mente no existe hasta que el cerebro está plenamente desarrollado. Como corolario, una vez que el cerebro muere, la mente también deja de existir.
A lo largo de las últimas décadas, la investigación de la vida prenatal, de las experiencias cercanas a la muerte y de la reencarnación han mostrado un número abrumador de casos que indican que la consciencia es independiente del cerebro y precede al desarrollo del sistema nervioso central (Atwater, 1999; Chamberlain, 1999a, Ring & Elsaesser Valarino, 2000; Shroder, 2001; Tendam, 1990). Al mismo tiempo, las investigaciones han mostrado que los pre-natos y los recién nacidos son capaces de comunicación inteligente y de tener memoria. Esta última perspectiva, parte del nuevo paradigma emergente (Chamberlain, 1999a; Dossey, 1990; McCarty 2002, 2004; Wade, 1996), tiene implicaciones claras e importantes para nuestra manera de encontrarnos con los pre-nacidos y recién nacidos, así como para nuestra manera de dar apoyo a la gente en el momento de la muerte. Este nuevo paradigma considera que los pre-nacidos y los recién nacidos son seres conscientes, capaces de tener memoria, actividad mental, inteligencia y emociones, así como capacidad de aprender y comunicar.”
“Los orígenes de las heridas
empiezan no en la infancia
sino a partir de los primeros momentos
de nuestra existencia.”
(…)
Este cambio de paradigma
no sólo significa que podemos ser heridos
antes de lo que pensábamos;
también significa que podemos ser sanados
antes de lo que creíamos.”
Dr. William Emerson
Además, tenemos a una Embriología Humana que ha basado principalmente su trabajo en el estudio de cuerpos muertos en vez de encontrar la manera de estudiar la vida sin hacer daño a esta vida. El siguiente ejemplo es un relato recogido por la destacada pionera en el tema de la muerte del gemelo inútero y la investigación de las consecuencias psicológicas para el gemelo superviviente, Althea Hayton, en su libro Womb Twin Survivors y recomendado en la La Vida Intrauterina el 19 de junio de 2012. En 1970 el Dr. Rockwell, director de Anestesiología del Leonard Hospital de Nueva York, describió asombrado una experiencia que había tenido en 1959 al ver un embrión de 57 días de edad en un embarazo ectópico y que seguía todavía vivo dentro de su saco amniótico:
"Hace once años mientras estaba administrando un anestésico para un embarazo ectópico roto (en una gestación de dos meses) me entregaron lo que creo que es el ser humano vivo más pequeño que se haya visto nunca. El saco embrionario estaba intacto y transparente. Dentro del saco había un pequeño hombrecito (aprox. 1 cm) nadando con mucho vigor en el líquido amniótico, mientras seguía conectado a la pared por el cordón umbilical. Este minúsculo ser humano estaba perfectamente desarrollado, con los dedos de las manos largos y afilados, pies y dedos de los pies. En lo que se refiere a la piel era casi transparente, y las arterias y venas delicadas eran prominentes en los extremos de los dedos. El bebé tenía mucha vitalidad y nadaba a lo largo del saco alrededor de una vez por segundo, con un natural estilo de natación. Este diminuto ser humano no se parecía en nada a las fotos y dibujos y modelos de los embriones que había visto, ni se parecía a los pocos embriones que he podido observar desde entonces, obviamente porque éste estaba vivo. Cuando el saco fue abierto, el diminuto humano perdió su vida de inmediato y tomó la apariencia de lo que se acepta como el aspecto de un embrión a esta edad. Seis meses más tarde, en una conferencia sobre embriología en la Universidad de Harward, tuve ocasión de preguntar a los cerca de 150 médicos presentes si alguno había sido testigo de un fenómeno como éste. Todos quedaron asombrados y ninguno había visto ni oído hablar de un evento así."
“Es un error ético, sobre todo;
y más ofensivo,
es un engaño científico.”
Dr. Gonzalo Herranz
Según las investigaciones del eminente Profesor Gonzalo Herranz, uno de los pioneros y máximos exponentes de la Bioética y Ética Médica en España y referente mundial, esta Embriología está construida a partir de un “embrión ficticio”, una "biología ficticia del preembrión" compuesta de “prejuicios universalmente aceptados, generalizaciones infundadas, imaginaciones nunca sometidas a escrutinio riguroso que son aceptadas por todos."
“Hace ahora algo más de 50 años, casi todo el mundo pensaba que el embrión humano era merecedor del máximo respeto, y que no era decente, sino criminal, dañarlo o destruirlo. Pero el mundo ha cambiado: los profesionales, los legisladores, la gente civilizada y moralmente correcta, la mayoría de los ciudadanos, ya no piensan así: se han dejado convencer por los biólogos de que tales técnicas no matan embriones propiamente dichos, sino solo células precursoras, entidades que no son embriones. En consecuencia, concluyen, esas técnicas son aceptables: más aun, son moralmente buenas por ser inmensamente beneficiosas.”
“Esos datos biológicos, nunca comprobados aunque muy difundidos, les proporcionaban una visión reductiva de lo que ocurre en las primeras y decisivas etapas del desarrollo embrionario, una visión que ayudaba a justificar éticamente la contracepción, la fecundación in vitro y la experimentación con embriones. Tal versión, llamémosla oficial, de la biología del embrión pre-implantado ha dominado sin oposición a lo largo de más de tres decenios; nadie se opuso a ella. Y hoy, en 2013, sigue dominando.”
“Quería poner en claro que los argumentos que deniegan al embrión humano un estatus ético pleno desde el inicio mismo de su desarrollo se apoyan en razones falsas: no se sustentan sobre datos, sino sobre suposiciones. He tratado de mostrar en algunos capítulos del libro, y creo haberlo conseguido, que muchos datos y conceptos biológicos sobre los que aquellos argumentos se fundan son ilusorios; es decir, o son erróneos, o han sido mal interpretados, o simplemente han sido imaginados. De hecho, esos datos no correspondían a hechos reales y que hubieran sido demostrados en el tiempo en que los correspondientes argumentos se crearon. Y, pasados más de cuarenta años, nadie ha podido acreditarlos, hacerlos válidos.”
“El hombre se desarrolla 'como' hombre y no 'a' hombre”
Dra. Natalia López Moratalla
Docente, investigadora y divulgadora científica. Licenciada en Ciencias Químicas y Doctora en Ciencias Biológicas. Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular.
“No nos volvemos humanos;
siempre lo somos”
“Durante la existencia embriónica
el ser humano se expresa a sí mismo”
Dr. Jaap van der Wal
Médico, embriólogo, anatomista y fenomenólogo.
Doctor en Filosofía, profesor de Filosofía de la Ciencia y Antropología Médica en la Universidad de Maastricht
Médico, embriólogo, anatomista y fenomenólogo.
Doctor en Filosofía, profesor de Filosofía de la Ciencia y Antropología Médica en la Universidad de Maastricht
“Desde la concepción hasta el nacimiento, desde el nacimiento hasta la muerte, la biografía humana es una entidad orgánica, una totalidad. Todas las apariencias y las expresiones del organismo humano deben ser comprendidas e interpretadas como conducta humana (...)”
“Las funciones corporales, las funciones fisiológicas y las funciones psicológicas son pre-ejercitadas como gestos de crecimiento y movimientos crecientes en el embrión. En este sentido, el ser humano ya ha respirado mucho antes de que haya tomado su primer aliento después de nacer. Las dinámicas -en el sentido del gesto del desarrollo morfológico- que el tórax, los pulmones y el diafragma están desplegando y desarrollando, pueden ser consideradas e interpretadas como un tipo de respiración, porque son movimientos respiratorios. La respiración del embrión todavía no es inspirar aire fisiológicamente, sino que representa una respiración más fundamental en sentido morfológico, en la forma, por así decirlo. Así considerado, un embrión mira, agarra, camina. También se pone de pie y se mantiene por sí mismo. El gesto y la acción de estirarse y de ponerse de pie ya está siendo ejecutada o pre-ejercitada por el embrión humano entre la quinta y la décima semana del desarrollo embriológico como un gesto de crecimiento. Este ponerse de pie durante el crecimiento es una condición necesaria para desarrollar un cuerpo, un ser que más adelante será capaz de ponerse de pie y de caminar erecto fisiológicamente, e incluso psicológicamente. Para volver al asunto central de este artículo, podemos decir que los gestos embriónicos y las acciones de crecimiento son actuaciones. Son acciones, actuaciones de crecimiento. De modo que volvemos a la afirmación hecha anteriormente: el embrión funciona, se comporta en sus formas y contornos. El lenguaje de las formas y el lenguaje del cuerpo es, en el caso de un embrión humano, un tipo de lenguaje humano y de conducta humana.”
“El movimiento del gesto durante el crecimiento está relacionado con el gesto que posteriormente será posible funcionalmente.”
Dr. Jaap van der Wal
El zigoto humano no es una “primera célula”; es La Célula. ¡Una persona!!! Un organismo íntegro, totipotencial. Todo-el-potencial contenido ahí, con toda la Fuerza Vital... Y, no obstante, toda la vulnerabilidad que conlleva su total apertura, ya que si su entorno no es Amor, esa apertura traga con toda la hostilidad que haya, sin filtros, sin límites, produciéndose un bloqueo de ese todo-potencial. Los padres son el terreno de ese nuevo ser humano desde sus primeros instantes de vida.
“Los padres son ingenieros genéticos”, afirma el biólogo celular Dr. Bruce Lipton, porque la biografía de los padres, su personalidad, sus creencias, su visión del mundo, sus anhelos, sus represiones, sus alegrías y sus tristezas... van a imprimirse en su hijo desde el mismo instante de su concepción.
¿Qué nivel de creencias brindan los padres como herencia a su hijo desde el mismo momento en que está siendo concebido? Las suyas personales, las de su árbol genealógico, las de su sociedad, su cultura... Pero ¿son creencias que expanden al Ser o lo constriñen? ¿Son creencias que ayudan a materializar ese todo-potencial humano o son creencias que lo desempoderan?
“Si tus padres no son yoguis inmortales
lo más seguro es que tú tengas un impulso de morir”
Leonard Orr
creador del Rebirthing
La sanación del trauma temprano va produciendo un cambio de creencias auténtico, coherente, de raíz, que empuja incansable naturalmente desde la Voluntad del Ser al desbloquearse el origen del conflicto que obstaculizaba la expresión de su todo-potencial. Porque el cambio es posible aunque haya quienes se dediquen a divulgar que no, además de ignorar u ocultar el campo de la Psicología Prenatal y Perinatal y los testimonios en todo el mundo que han experimentado en carne propia memorias primales aunque la ciencia cree que no son posibles de recordar:
Foto: Comparativa
entre la primera noticia del blog La Vida Intrauterina El futuro se decide antes de nacer... pero lo puedes cambiar hoy (31 mayo 2011) y La
Contra de La Vanguardia (5 marzo 2014)
“Los neurólogos me aseguraban que el sistema nervioso del bebé era de tal modo, que estaba fuera de cuestión que cualquier memoria que tuviera que ver con el nacimiento pudiera ser registrada fiablemente como un hecho susceptible de ser recordado. Le transmití mi incredulidad a mis pacientes, y, como siempre sucede en estos casos, a partir de entonces los pacientes tendieron a suprimir aquello para lo que yo evidentemente no estaba preparado a creer, por las llamadas razones científicas.”
Dr. Frank Lake
psiquiatra
Pero ahora el punto importante ya no es tanto darse cuenta de que la vida intrauterina influye en la biografía de cada ser humano conformándole sus creencias más hondas; cada vez más gente va despertando a esta evidencia. Tampoco que los traumas primales que haya habido se puedan ir sanando con los mil y uno métodos que existen para ello, todos válidos si ayudan a ir desprendiéndose de capas más y más profundas de corazas para poder seguir caminando con más ligereza.
Ahora el meollo de la cuestión es ser conscientes de la importancia de PARAR la rueda de la violencia, de poner límites al maltrato, de PREVENIR que se siga haciendo más daño, de PRESERVAR la salud y el pleno potencial humano desde su inicio. ¿O es que queremos una sociedad en la que eternamente se siga perpetuando la traumatización? Y aquí es donde está la clave principal del problema, porque con el sexo hemos topado. La educación sexual que se enseña en las escuelas no ayuda a parar nada, es más, mantiene y refuerza el mismo sistema de creencias que desempoderan y minusvaloran al ser humano y sigue favoreciendo que se provoque trauma a las nuevas generaciones desde su llegada.
Una verdadera educación sexual debería hablar de qué es un ser humano integral, de la consciencia humana en la vida intrauterina, de energía masculina y energía femenina en el macrocosmos y en el microcosmos, de ciencia y espiritualidad, de salud holística, del funcionamiento de la transmisión de creencias limitantes, de shock y trauma prenatal y perinatal, de necesidades básicas del ser humano especialmente en la etapa prenatal, nacimiento y primeros años de vida, de autoestima y autenticidad, de respeto por la vida... pero sobre todo, de AMOR. Porque es de Amor de lo que estamos hechos realmente. Y es Amor el entorno, el terreno, que debería encontrar todo ser humano desde su concepción. Para quedarse, para anclar TODO LO QUE ES, AQUÍ, en la Tierra, en el particular templo sagrado que es el cuerpoalmaespíritu de cada persona.
“La Ecología al comienzo de nuestra vida
es una asignatura pendiente
no sólo en el ámbito educativo,
también lo es en el científico y social.”
María Jesús Blázquez
Catedrática de Biología-Geología de Instituto,
cofundadora de la pionera asociación Via Láctea
y autora de varias guías educativas
y autora de varias guías educativas
Marie-Andrée Bertin, quien fue presidenta de la OMAEP (Organización Mundial de Asociaciones de Educación Prenatal) en su libro La educación prenatal natural (L'éducation prénatale naturelle, 2003) relata algunas experiencias educativas con jóvenes también en esta línea. Una chica de un instituto le dijo al acabar la clase “Gracias Señora, por haber venido, porque es a nuestra edad cuando hay que decirnos estas cosas”. Bertin también observa:
“En una hora y media que paso con ellos, veo madurar a estos jóvenes. Su semblante toma un aire de gravedad, su mirada, una nueva intensidad. Si han entrado en la sala un poco ruidosamente, salen en silencio o casi, conmovidos en las raíces mismas de su ser profundo. Toman también conciencia de que tienen y tendrán que elegir opciones, ¡algunas muy lejanas de lo que está de moda!”
Los jóvenes pasan hambre de Verdad... Porque con una buena educación sanadora se podrían prevenir muchos traumas que son simple fruto de la ignorancia y del dolor. Gracias a tomar consciencia de la importancia de la vida humana en su etapa intrauterina se puede prevenir por ejemplo el trauma de no ser un hijo deseado. Se puede prevenir el trauma de sufrir un intento de aborto o soportar las dudas de los padres sobre si abortan a uno o no. Se puede prevenir el trauma de no ser aceptado por su sexo. Se puede prevenir el trauma de sentirse como un hijo instrumento de uno de los padres para manipular al otro por la razón que sea, para agradar al entorno familiar, para reemplazar inconscientemente a un miembro de la familia fallecido... Se puede prevenir un trauma por gestarse con una madre deprimida, con miedos, inseguridades, enferma, estresada... Se puede prevenir un trauma por vivir en un útero materno tóxico. Se puede prevenir un trauma por venir al mundo con una pareja que no se quiere, que no se tratan bien. Se puede prevenir un trauma por gestarse en un “útero encantado” donde hay los “fantasmas” de los hijos anteriores abortados ignorados y despreciados, o los fantasmas de los hermanos muertos de manera natural pero sin su debido duelo hecho. Se puede prevenir un trauma por ser concebido por las Técnicas de Reproducción Asistida y ser privado del engendrar natural y ecológico. Se pueden prevenir los traumas por intervenciones médicas innecesarias. Etc. etc.
Los sucesos que no se pueden evitar son las muertes de seres queridos... Pero sí se podría evitar que ello traumatizara al bebé si los padres pudieran recibir un buen acompañamiento, si pudieran gestionar bien el duelo, responsabilizarse de sus emociones separando esa experiencia de tristeza de la alegría de estar gestando un hijo y ser conscientes de la imperiosa necesidad de comunicarse con él, de hablarle sabiendo que él también es consciente...
Quizá los traumas que tampoco se pueden prevenir son los provocados por sucesos inesperados como accidentes, desastres naturales, guerras, hambrunas, pandemias... A no ser el caso de que ésos no fueran naturales e inesperados sino artificiales y premeditados.
“Las emociones limitadoras pueden despojar a los bebés in utero de sus recursos ya que éstos no entienden el porqué de las situaciones que las generan. No saben lo que está ocurriendo si no se lo explican... si no se les habla... simplemente para tranquilizarles.
Sin vuestra ayuda, los bebés se sienten aislados, “creen” en vuestra indiferencia e incluso pueden sentirse culpables. A veces piensan que es por su culpa, por su presencia, que sus padres dicen, sienten o actúan de una manera determinada.”
Dra. Claude Imbert
Proteger a la infancia es hacerlo desde su inicio. Y los niños y las niñas son ya hijos e hijas desde su concepción. Y quines tienen el poder en la concepción son los padres. Por tanto el verdadero poder de cuidar y proteger a las nuevas generaciones humanas y crear un mundo mejor está en manos de la Humanidad, la gran Tribu protegiendo a toda su Familia. En palabras de uno de los pioneros en la sanación del shock y trauma prenatal y perinatal especialmente enfocado en bebés, niños y familias Ray Castellino “cuando están presentes todas las capas de apoyo para una familia, la familia prospera”. Acción individual y acción colectiva coordinadas conjuntamente para sanar nuestro pasado individual y nuestro pasado colectivo y gestar un nuevo mundo verdaderamente sano, libre, en paz y enraizado en el Amor de la manera más radical.
Lídia Estany
Autora del blog La Vida Intrauterina
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*Conferencia de 4 horas realizada por Lídia Estany el 30 de abril de 2016 en Plural 21, Barcelona, grabada y editada por Alish en 4 videos:
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