Ejemplos

foto de Lennart Nilsson

"Los recuerdos solían disfrazarse de sueños recurrentes,
pensamientos, hábitos, miedos u otros fenómenos
que pedían a gritos ser comprendidos y resueltos."
David Chamberlain


En este apartado iremos recopilando ejemplos concretos de casos particulares de memorias prenatales y perinatales aparecidas en libros publicados, prensa, internet, y otros medios de comunicación. Agradecemos de corazón a todos los testimonios que aparecen a continuación.

Actualizado: 9-5-2013
 
“El Dr. Graham Farrant, un psiquiatra de prestigio mundial que, tal como lo mencionamos anteriormente, ayudó a las investigaciones pioneras sobre la memoria celular, nació con una enfermedad que comprometía la pared que separa a los ventrículos de su corazón. Durante una regresión al período prenatal, experimentó a su madre haciendo intentos para abortarlo, alternando baños fríos y calientes. Sintió que esto sucedió exactamente en el momento más crítico del desarrollo de su pared ventricular. Enfrentó a su madre, la que se sintió atónita porque nunca le había contado a nadie sobre sus intentos de aborto. Reconoció que la experiencia de Graham era correcta. Cuando se curó la herida del intento de aborto de su madre, sucedieron cambios en el corazón de Graham, que sus médicos constataron, hasta el punto de llegar a vivir veinte años más de los que sus médicos esperaban. No solamente el corazón, sino cualquier otra parte del cuerpo puede sufrir el impacto de un trauma durante el primer trimestre de vida, porque durante ese tiempo todos los sistemas atraviesan por etapas críticas de su desarrollo.”
Recordando nuestro hogar, William Emerson, Sheila Fabricant Linn, Dennis Linn y Matthew Linn, editorial Lumen.

“Mike, que tenía cuatro años, estaba todo el tiempo pateando, golpeando con las manos o tirándole el pelo a las niñas que tenía alrededor. Los padres de Mike parecían estar haciendo todo lo que debían para ayudar a su hijo, pero su conducta continuaba. Por último, en terapia, se lo hizo regresar a su primer trimestre de vida. Volvió a experimentar las peleas intensas de sus padres sobre si debían o no abortarlo. Mike dibujaba a su padre y a su madre “tratando de matarse” entre sí. Sus padres reconocieron que su descubrimiento de Mike había sido la única época, de una relación por otro lado siempre armoniosa, cuando habían tenido peleas. Además de pelear con otros niños, Mike estaba también muy enojado con Dios. Dibujaba a Dios como un gran agujero negro. A medida que recibió tratamiento y resolvió sus sentimientos con respecto a las peleas de sus padres, dejó de representar a Dios de maneras negativas. También fue cambiando su comportamiento; dejó de atacar a los otros niños.”
Recordando nuestro hogar, William Emerson, Sheila Fabricant Linn, Dennis Linn y Matthew Linn, editorial Lumen.

“El Dr. Andrew Feldmar, por ejemplo, tenía algunos pacientes que habían intentado suicidarse cinco o más veces, siempre durante la misma época del año. Las fechas parecían no tener sentido alguno hasta que el Dr. Feldmar se dio cuenta que cada uno de estos pacientes había intentado suicidarse al cumplirse el aniversario de su segundo o tercer mes después de la concepción. Cuando investió sus historias, el Dr. Felmar descubrió que las fechas de los intentos de suicidio eran las fechas cuando sus madres habían hecho intentos de aborto. No solamente las fechas de los intentos de suicidio coincidían, en cada paciente, con las de los intentos de aborto de sus madres, sino que inclusive los métodos eran similares. Un paciente cuya madre había intentado abortar con una aguja de remendar, intentó suicidarse con una navaja. Otra, cuya madre había utilizado productos químicos, intentó suicidarse con una sobredosis de droga. Cuando los pacientes del Dr. Feldman cobraron consciencia de que sus ideas suicidas eran en realidad memorias de los intentos de matarlos que habían hecho sus madres, se sintieron liberados de su compulsión al suicidio.”
Recordando nuestro hogar, William Emerson, Sheila Fabricant Linn, Dennis Linn y Matthew Linn, editorial Lumen.

“Los niños son muy sensibles a la pérdida de hermanos o hermanas por aborto espontáneo o provocado, o cuando han nacido muertos. Por ejemplo, Sue tuvo seis abortos antes de concebir a su hija Julie. No había hecho duelo por esos seis hijos perdidos ni le informó a Julie de lo que había sucedido. Julie era muy sensible en el plano de las emociones y lloraba con facilidad. Tenía seis muñecas, sintiéndose muy responsable y ansiosa por el cuidado que se sentía obligada a prodigarles. Cada una de las muñecas tenía un nombre y Julie tenía que saber todo sobre cada una de ellas, todo el tiempo. Después de un retiro en el cual Sue rezó por la sanación de los traumas que habían significado para ella la pérdida de sus seis bebés, la relación de Julie con sus seis muñecas se hizo menos obsesiva. Se convirtieron en juguetes con los que jugaba pero no la preocupaban. Su madre la describió, en ese período, como más vivaz y feliz y menos frágil desde el punto de vista emocional.”
Recordando nuestro hogar, William Emerson, Sheila Fabricant Linn, Dennis Linn y Matthew Linn, editorial Lumen.

"Recuerdo a un hombre que, mientras rememoraba un incidente con su madre, entró en un estado alterado de consciencia y comenzó a hablar como si se encontrara dentro de la cabeza de su padre. El padre estaba borracho y enfadado. Quería mantener relaciones sexuales con su madre. Al instante, mi paciente se identificó con ella. Notaba la repulsión y la rabia que sentía mientras el padre se disponía a violarla. Durante toda su vida, aquel hombre se había sentido escindido entre impulsos masculinos y femeninos, entre la pasividad y la agresividad. Era una de las personas más ambivalentes que había conocido. (...) Revivir su concepción -que estaba grabada en sus células- en un entorno terapéutico de apoyo, le ha situado en el camino hacia la recuperación y la salud."
El futuro bebé, Dr. Thomas R. Verny y Pamela Weintraub

"Un próspero ejecutivo que amaba su trabajo y siempre daba una imagen de hombre activo, amigable y feliz ante sus compañeros de trabajo; por otro lado, un hombre con una actitud muy poderosa, de la que tímidamente era consciente. Sobre su trabajo, solía decir "Moriré si no me voy de aquí". Tenía frecuentes cuadros depresivos durante los que se sentía atrapado en su trabajo con la sensación de que moriría si no hacía algo distinto. Otras veces, cuando no estaba deprimido, no recordaba que lo había estado. Comenzó una terapia de regresión y se le pidió que analizara algunas situaciones de su vida que pudieran ayudarlo a entender sus episodios depresivos. Incluso así, nunca imaginó la situación, una vez había "regresado" a su nacimiento, en la que quedó atascado en la pelvis. No podía retroceder, no podía recordar, sentía un tremendo dolor en la cabeza y tenía dificultades para respirar. También solía experimentar claustrofobia y un intenso miedo de morir. Los informes médicos confirmaron que había estado encajado en la pelvis durante mucho tiempo, lo que le había producido una falta de oxígeno y haber nacido mediante fórceps. Después de terminar las regresiones, nunca se volvió a sentir atrapado en su trabajo (aparentemente habían remitido sus sensaciones claustrofóbicas) y no volvió a tener episodios depresivos (causados por la impotencia de su experiencia de nacimiento). Se encontraba más vivo en su trabajo que nunca, feliz y contento de estar allí, y no tenía la necesidad de buscar otro trabajo. Después de un largo seguimiento, estos cambios permanecieron en él."
William Emerson, El trauma del nacimiento

"Cuando yo hice mi primer renacimiento vi que había nacido con mucho fuego delante mío. Le pregunté a mi madre por qué yo había visto esto, dado que en casa realmente no hay chimenea, o sea, yo sabía que había nacido en el comedor de mi casa, pero no delante de una chimenea. Mi madre se quedó muy asustada, me dijo ¿cómo sabes tu esto? Y le contesté: a través de la respiración consciente, que ha movido toda una energía en mi cuerpo que ha hecho que yo, sin dejar de tener consciencia de estar en una sala, estaba viendo quién estaba en mi nacimiento, lo que se vivía, lo que sentía yo... Mi cuerpo estaba completamente adolorido, encogido... y de pronto vi una luz de fuego, y me relajé, y lloré. Mi madre me dijo, muy asustada, que yo había nacido a la luz de una vela porque se había ido la luz en el momento en que yo nací; cosa que era muy típica en aquella época."
María Luisa Becerra en el video: Maneras de nacer, maneras de vivir


"Durante la mayor parte de su carrera profesional, este hombre tuvo muchos síntomas relacionados con el trauma de su nacimiento, hasta que le ofrecieron un ascenso (situación simbólica en la que tiene la oportunidad de progresar). Cuando le ofrecieron el "ascenso de su vida" lo rechazó, al parecer por su tensión alta (que le comenzó cuando le ofrecieron el ascenso). Él no tenía claro cuál era la raíz de sus síntomas. Comenzó con la terapia de regresión y, durante su "renacimiento", revivió que tenía el cordón envuelto alrededor del cuello, por lo que cualquier movimiento suponía un miedo de muerte a perder oxígeno. Esta experiencia fue fundamental para su sensación de muerte inminente (por falta de oxígeno) cuando le ofrecieron el ascenso (el progreso por el canal del parto). Su cuerpo reaccionó ante ambas situaciones con palpitaciones y presión alta. Después de la regresión, fue como si hubiera ocurrido un milagro. Entendió el aspecto irracional de su tensión alta y su miedo, y fue capaz de negociar su ascenso, del que ahora, un tiempo después, está contento de haber aceptado."
William Emerson, El trauma del nacimiento-

“Ingrid se acuerda de su madre y su padre haciendo el amor en un sofá en Alemania, antes de estar casados. Suena el timbre anunciando la llegada de la abuela y la tía, que habían regresado de la compra antes de lo previsto. El encuentro provoca un choque entre todos los presentes. Ingrid dice, «Mi madre estaba fuera de sí. Ella supo que se había quedado embarazada y tuvo vergüenza. En primer lugar, no había querido hacerlo, y me culpaba a mí por su problema». (Ingrid cree que este acontecimiento creó un modelo para estar siempre temerosa y sentirse culpable de herir a los demás, problema que la llevó a la terapia. También desarrolló una reacción de ansiedad específica ligada a sonidos repentinos como un timbre inesperado o el sonido del teléfono.)"

-"Aunque el tiempo que hayan estado juntos, haya sido relativamente corto, la muerte del gemelo siempre causa un impacto profundo en el otro, como demuestra el siguiente testimonio de un hombre (51 años):
“Soy el más pequeño de cuatro hermanos. Cuando era niño, solía jugar a que tenía una hermana gemela. Le hablaba, le daba órdenes, me enfadaba y me reconciliaba con ella. Era mi fiel acompañante. Insistía a mis padres en que yo tenía una hermana gemela. Mis padres no entendían mi fantasía y me contestaban que había nacido solo. Hace unos años mi madre tuvo que ser operada por un problema ginecológico y le quitaron el útero. Después de la intervención el ginecólogo le dijo que había encontrado restos de un bebé momificado en su útero. Había llevado gemelos en su último embarazo, de los que uno (mi hermana) se murió. Mi juego de niño no fue una fantasía, sino la realidad en los primeros meses de mi vida prenatal’."
Coks Feenstra en El impacto de la muerte de un gemelo en el otro

-“El psicólogo australiano Graham Farrant tomó conciencia tras repetidas sesiones de terapia primal en el suelo de su estudio de que su madre había intentado abortarlo. Cuando le preguntó, ella lo negó. Después de otras sesiones, él tomó conciencia de cómo lo había hecho. Cuando le preguntó por segunda vez, ella lo negó nuevamente, entonces él le explicó exactamente de qué manera lo había hecho. Su recuerdo de esta experiencia en la vida fetal fue confirmada cuando su madre dijo «¡Es imposible que sepas esto! Nunca se lo he dicho a tu padre».”
David Chamberlain, ponencia “Guía para padres y profesionales del nacimiento”


-“Una bebé hindú adoptada por una pareja parisina a la edad de 3 meses: cuando empezó a tomar alimentos sólidos, rechazaba obstinadamente cualquier arroz preparado con diferentes estilos occidentales, y en cambio aceptaba de muy buen gusto un arroz al curry, tal como su madre lo consumía en la India cuando la esperaba”
Conferencia de Marie-Andrée Bertin, ¿Influye el periodo prenatal en nuestra vida?

“Un hombre, al que llamaré Alberto, vino a un taller preocupado por su hija, de trece años de edad. Como su mujer no se quedaba embarazada de él, recurrieron finalmente a un banco de semen, y como resultado tuvieron dos hijas gemelas.
Una de las dos había mostrado recientemente un comportamiento extraño: aparte de ser muy precoz a la hora de tener novios, llamaba por teléfono a hombres desconocidos para entablar relación con ellos cuando se encontraba sola en casa. La otra hija no mostraba ningún comportamiento especial.
En la constelación, Alberto colocó a su mujer y a sus dos hijas en una línea. A su representante lo puso detrás de ellas, solo, a una cierta distancia. Todos miraban en la misma dirección. Cuando el terapeuta introdujo delante de ellos a un hombre que representaba al donante de esperma, la hija “problemática” se le acercó corriendo para abrazarlo. Era obvio que estaba buscando a su padre biológico. La otra miraba hacia atrás, buscándole a él. Sñolo cuando Alberto se colocó delante de sus hijas, con su mujer a su izquierda y el otro hombre a su derecha, dándole las gracias por sus dos hijas, todos se sintieron cómodos.
Alberto nos contó algunos meses después que sus dos hijas estaban bien y que la conducta de su hija de hacer llamadas a hombres desconocidos había desaparecido por completo. Dijo:
“Siento que sólo ahora estoy ocupando del todo mi lugar como padre”. También la relación con su mujer había mejorado.”
Peter Bourquin en Las Constelaciones Familiares


-“En mi consultorio, Loretta recuerda estar dentro del vientre de su madre apretada contra la barandilla de un barco. Su madre está inquieta y su padre le ayuda a encontrar un lugar para sentarse. Cuando regresa a su casa después de la sesión, dice a sus padres que descubrió que habían estado en un paseo en barco durante su gestación. Ellos nunca habían hablado de este tema y quedaron pasmados de que ella pudiera tener este recuerdo uterino.”
David Chamberlain, ponencia
“Guía para padres y profesionales del nacimiento”

-“En algunos de los nacimientos de este tipo que estudiamos (“nacimientos normales”), los doctores y sus asistentes en el parto tenían mucha prisa; probablemente porque debían atender otros; casi siempre sus razones eran válidas. Sin embargo, el cliente había adoptado una idea: "A la gente no le importo" o: "La gente no tiene tiempo para mí". Más adelante, sus relaciones se vieron afectadas pues en repetidas ocasiones, sentían que "no le importaban a su pareja". Casi siempre pedían muestras de cariño en momentos inoportunos, es decir, justo cuando e otro estaba realmente ocupado. Entonces decían: "Lo ven, no le importo... no tiene tiempo para mí".”
Bob Mandel y Sondra Ray en Nacimiento y Relaciones


“La señora Brudos quería tener una niña, pero nació Jerry, ninguneado por su madre, que se quitaba el zapato para zurrarle. A los cinco años, Jerry se escapó de casa y lo encontraron en un vertedero con un zapato izquierdo de señora en la mano: intentó después robarle el calzado a su maestra y, ya de adolescente, atacaba a las chicas para quitarles los zapatos. Se hizo electricista, se casó e inició una serie de cuatro asesinatos de jóvenes a cuyos cadáveres calzaba el pie izquierdo mientras se ponía su ropa interior. Murió de cáncer en la cárcel cumpliendo cadena perpetua. Bajo su camastro encontraron un montón de catálogos de zapatos de señora. Lo cuenta fascinado Carrisi, autor de Lobos.”
Entrevista a Donato Carrisi por Lluis Amiguet en La Contra de La Vanguardia 14-10-2009

“Bernarda, de treinta años, está casada y es madre de dos niños pequeños, trabaja como maestra en el extrarradio parisino. Viene a consultar por su dificultad de comunicación con los otros, que se concretiza en una actitud de retraimiento casi constante y en un sentimiento de culpabilidad que repertute en su vida profesional y personal. En su trabajo, ha seguido un curso de iniciación a la Sofrología y desea utilizar este método para analizar sus problemas. Revive la muerte accidental del marido de su hermana, al que ninguna de las dos había acompañado de regreso a casa tras pasar una velada fuera. Aunque el hecho que más le ha marcado lo encuentra también en su vida intrauterina. Es la cuarta de los hijos de una pareja de campesinos; durante toda su gestación, ella vio lo dura que es la vida en una granja, a su madre llevando pesados fardos... los dolores que le ocasionan... Desesperada, se culpabiliza de ser para su madre una carga suplementaria y querría que se 'olvidaran' de ella para no ser un estorbo para su madre... Nacida con el cordón umbilical enredado en su cuello, tuvo muchas dificultades para desatarlo, pero consigue lanzar un grito liberador durante su renacimiento. Esta joven mujer anulada, que no tomaba casi nunca o raramente la palabra en el grupo, es ahora la primera en describir lo que ha vivido y experimentado... Como si las palabras, retenidas durante tanto tiempo, surgieran por fin en un flujo ininterrumpido...”
Claude Imbert en La Nueva Sofrología-


“El Dr. Tomatis ha mostrado que el bebé percibe los sonidos antes de que el oído funcione. Cita el caso de una niña, Odile, que empezaba a salir del autismo que padecía y que se abría más aún cada vez que se le hablaba en inglés. Nada parecía justificar este hecho. El misterio se aclaró cuando la madre se acordó que al principio del embarazo, es decir, antes de que el oído de Odile estuviera maduro, trabajaba en una empresa de importación-exportación en la que sólo se hablaba inglés. Es cierto que Odile no 'comprendía' las palabras de la lengua inglesa, pero había percibido y grabado el ritmo, la melodía, la frecuencia hertziana de esta lengua que vibra a 12.000 Hz, mientras que el francés ronda los 8.000Hz, y había guardado esta impronta ligada a un periodo de seguridad anterior al origen de su bloqueo”
Conferencia de Marie-Andrée Bertin ¿Influye el periodo prenatal en nuestra vida?


-“Recuerdo a una chica a la que sus sucesivas parejas no le duraban más de nueve meses... Mediante el rebirthing supo que su padre murió el día en que ella nació. Su madre sólo le contó que él se había ido a un largo viaje. En sus relaciones, ella rehacía sus nueve meses con padre.”
Bob Mandel entrevistado en La Contra de La Vanguardia por Víctor-M. Amela, ¿Qué te pasó a ti en tu nacimiento?, 17-12-2008

"Cuando mi madre me esperaba vivió intuiciones poéticas. Yo debo mi carrera a esta espera lírica. Desde antes de nacer, mi madre me condujo hacia la naturaleza y hacia el arte. Lo hizo en términos poéticos: más tarde, al ser músico, yo traduje en música"
Olivier Messiaen

“Un director de orquesta americano, Boris Brot, fue un día entrevistado en la televisión. Le preguntaron de dónde venía su afición por la música. Respondió que le venía desde antes de nacer. Cuando estudiaba ciertas obras por primera vez, conocía la partitura de violonchelo antes incluso de haber pasado la página. No comprendía del todo este fenómeno. Habló de ello con su madre, que 'por casualidad', era violonchelista. Recordando y buscando en sus partituras, descubrió que los fragmentos en los que su hijo se sabía de memoria la partitura de violonchelo, eran los que ella había estudiado, repetido, ensayado cuando le esperaba.”
Conferencia de Marie-Andrée Bertin ¿Influye el periodo prenatal en nuestra vida?


-“Después de varias sesiones personales, hablé con mi mamá pidiéndole que recordara aspectos específicos de mi nacimiento e infancia. Encontré que mis experiencias se validaban continuamente con los trozos de información que ella recordaba. Por ejemplo, en una sesión, yo estaba en una secuencia de movimientos de estiramiento, aparentemente al nacer, cuando mi cabeza coronaba. Estaba trabajando de manera activa para poder nacer y luego me sentí suelta, sin energía, flotando en una neblina desagradable, desconectada, adormilada. A partir de ese momento, todo pareció ocurrirme sin que operara mi voluntad y mientras nacía, me sentí desorientada e inútil. Después llamé por teléfono a mi mamá y ella recordó que le habían aplicado “un toque de éter al final”. Ésa fue una validación externa de lo que sentí cuando el éter entró en mi sistema, justo antes de nacer.
Mediante dichas experiencias llegué a confiar en la intensidad, en lo real y profundo del impacto que tuvieron mis experiencias prenatalaes y de nacimiento y que aún continuaban influyendo en mi vida. Pude ver los patrones correlativos con cada aspecto de mi vida adulta. Hacer ese trabajo fue increíblemente curativo y preciso. Mi experiencia directa fue parte integral en la construcción de nuevas creencias acerca de los prenatos y bebés, así como en mi habilidad para concebir, percibir y sentir empatía por los patrones de la psicología prenatal y perinatal representados por las personas con quienes estaba trabajando.”
Wendy Anne McCarty en La conciencia del bebé antes de nacer


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