Video "Experiencias de Sanación - Traumas en el parto"
La madre de un niño nacido con el cordón umbilical alrededor del cuello explica en este grato y esperanzador video las consecuencias psicológicas manifestadas en él y su sanación del trauma. Relata su parto hospitalario, en el agua y sin epidural,
pero cómo su hijo nació con el cordón umbilical alrededor del
cuello. Cuando el niño se hizo mayor la madre se percató del
siguiente comportamiento repetitivo: ante cualquier circunstancia
adversa Pol sufría ataques de ansiedad y pánico, entonces se
enfadaba mucho y se ponía las manos en el cuello gritando “¡No
puedo respirar! ¡No puedo respirar!”. Ante la creciente
preocupación de la madre se lo comentó a su médico de cabecera,
respondiendo el facultativo con un “no te preocupes, es un acto
reflejo, esto es normal, con el tiempo ya se le pasará”.
Reacción con sentido común de Gemma: “Como madre ves que esto
no es normal y que alguna cosa está pasando”, así que se lo
llevó a una terapeuta
craneosacral, que en una sola dulce y amable sesión pudo facilitar al niño la resolución de esa impronta acompañando eficazmente a la familia.
craneosacral, que en una sola dulce y amable sesión pudo facilitar al niño la resolución de esa impronta acompañando eficazmente a la familia.
¡Más testimonios como éste por
favor!
Una vez más se constata que para la
sanación del trauma prenatal y perinatal de bebés y niños la toma de consciencia de los padres al relacionar directamente el comportamiento o síntoma del hijo con algo adverso que pasó en su nacimiento o en su vida prenatal es un factor crucial para su curación, ya que la criatura en su interior se siente comprendida,
vista, escuchada, atendida, respetada y valorada por las personas que
más quiere, que quizá entonces no la pudieron
comprender-ver-escuchar-atender-respetar-valorar adecuadamente porque a lo mejor
desconocían que las experiencias prenatales y de nacimiento son
trascendentales para la salud y calidad de vida de cualquier ser
humano.
"En el trabajo terapéutico
sabemos que el reconocimiento de lo que sucedió a una persona,
la empatía con el remordimiento
y la tristeza que haya sufrido en una experiencia previa,
difícil o traumática,
es un aspecto importante de la curación.”
sabemos que el reconocimiento de lo que sucedió a una persona,
la empatía con el remordimiento
y la tristeza que haya sufrido en una experiencia previa,
difícil o traumática,
es un aspecto importante de la curación.”
Dra. Wendy Anne McCarty
La conciencia del bebé antes de nacer
La conciencia del bebé antes de nacer
Todos los verdaderos profesionales de
la sanación del shock y trauma antes de nacer y durante el nacimiento y sus alrededores son hoy en día imprescindibles mientras
sigamos ignorando y perpetuando daños innecesarios a las nuevas
generaciones y toda la humanidad.
Bob Mandel y Sondra Ray en su libro “Nacimiento y relaciones. La conexión entre tu tipo de nacimiento y tu forma de relacionarte” constatan respecto a la circular del cordón las siguientes conclusiones a raíz de sus investigaciones en consulta terapéutica con adultos mediante el rebirthing:
“Como se puede adivinar, ¡no les
gustan las corbatas!
Un niño puede enredarse con el cordón de muchas maneras y casi siempre el cordón está flojo y puede corregirse fácilmente; pero si se aprieta con fuerza al cuello, una verdadera fuente de supervivencia puede convertirse en instrumento de estrangulación. Esto produce una esquizofrenia básica hacia la vida. Estos niños suelen tener de mayuores una relación con la vida de amor y odio. La vida y la muerte se emparejan en su conciencia. Cuando las cosas se pongan demasiado tensas, gritarán “¡esto me está matando!”. Se agobiarán por completo con las cosas y se les agarrará el miedo como un nudo en la garganta.
Puesto que la vida les ha amenazado tanto al nacer, a menudo sienten la necesidad de crear en su vida posterior situaciones de amenaza vital para sentirse vivos. Son maestros en hacer una montaña de un grano de arena.
Un niño puede enredarse con el cordón de muchas maneras y casi siempre el cordón está flojo y puede corregirse fácilmente; pero si se aprieta con fuerza al cuello, una verdadera fuente de supervivencia puede convertirse en instrumento de estrangulación. Esto produce una esquizofrenia básica hacia la vida. Estos niños suelen tener de mayuores una relación con la vida de amor y odio. La vida y la muerte se emparejan en su conciencia. Cuando las cosas se pongan demasiado tensas, gritarán “¡esto me está matando!”. Se agobiarán por completo con las cosas y se les agarrará el miedo como un nudo en la garganta.
Puesto que la vida les ha amenazado tanto al nacer, a menudo sienten la necesidad de crear en su vida posterior situaciones de amenaza vital para sentirse vivos. Son maestros en hacer una montaña de un grano de arena.
Esta gente puede tener desarraigados
sus sentimientos. Sienten, pero no como podrían o deberían. En
sus relaciones hay siempre un tira y afloja. Por un lado, tratan
de establecer ligaduras umbilicales y, por otro, rechazan a su
pareja. Se enrollan en el amor como si fuera el mismo cordón y luego
intentan desenredarse solos. Una vez más, si su pareja ha tenido
este tipo de nacimiento, podría tomarlo a usted por el tocólogo y
mirarlo como el controlador, manipulador, salvador y amenaza vital en
quien no hay que confiar. Lo mejor que se puede hacer es ser fuerte,
estar cariñoso, relajado y firme. Cualquier mensaje de doble sentido
podría volver loco a su compañero.
Si usted ha nacido con el cordón
umbilical alrededor del cuello, puede tener relaciones “pegajosas”;
la intimidad podría ser complicada. Cuanto más se acerque
alguien a usted y más lo quiera, más recordará que escapó por los
pelos al nacer, cuando al librarse del cordón era algo básico para
su supervivencia. Sobre todo puede tener complicados problemas con
la libertad y los compromisos.”
Bob Mandel y Sondra Ray
La Doctora Claude Imbert en su
libro “El futuro se decide antes de nacer” relata un par
de casos en consulta referentes al nacimiento con una circular del
cordón umbilical adentrándose en un espacio todavía más profundo
al encontrar una relación con un deseo de muerte:
“El cordón puede dar una o varias
vueltas alrededor del cuello, lo que pone en peligro la vida del
bebé. ¿Acaso el feto, antes de salir, había tomado la decisión
de morir como última acción? En cualquier caso, la muerte le
parece inminente y se confunde con la vida.
Posteriormente la persona seguirá
rozando el peligro y a menudo se sentirá “estrangulado” en sus
relaciones. Le resultará difícil soportar ropas ceñidas
alrededor del cuello y rechazará la comunicación y la expresión.
Los revividos terapéuticos liberarán
su existencia diaria, tal y como lo demuestra la historia de
Bernadette. De profesión maestra, vienen a mi consulta por una
dificultat de comunicación con los demás. Adopta
constantemente una actitud de retirada motivada por el sentimiento de
culpabilidad. Fue la cuarta hija de una familia de granjeros y su
concepción no era deseada. Desde el vientre materno Bernadette capta
la vida dura y llena de obligaciones de su madre, quien carga con
pesados fardos... Desesperada, se siente culpable de ser un peso
suplementario y decide hacerse “olvidar”. Nacida con una circular
del cordón muy ceñida, le cuesta mucho deshacerse de las tres
vueltas. Serán necesarios numerosos mensajes de aprobación y de
autorización para que al fin acepte liberarse. Es un grito de gran
potencia el que le permite “renacer” y por primera vez tomar la
palabra que ya no abandonará nunca.
Jaqueline es madre de dos niños y
educadora especializada. Viene a la consulta por impulsos mórbidos
y cíclicos que son responsables de las tendencias suicidas de su
adolescencia. Ignorada, desvalorizada e indecisa, vive sumergida
en la depresión y el miedo, exacerbado por momentos de terror. En su
vida intrauterina, descubre el no-deseo de sus padres y una tentativa
de aborto. Su abuela materna le aconsejó a su hija que tomara una
infusión abortiva y Jacqueline revive este rechazo en lo más
profundo de su cuerpo. Viene al mundo con una circular para
responder a los deseos de muerte que ha captado. Este
revivido se verá acompañado durante unos minutos de la huella
cutánea del cordón alrededor del cuello, roja y de unos dos dedos
de anchura.
La sensación concomitante de ahogo, de náuseas y de miedo desaparece en pocas sesiones de terapia. Paralelamente, la confianza y la expresión van ocupando su lugar y su vida se integra en una nueva dinámica.”
Dra. Claude Imbert
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