sábado, 23 de septiembre de 2017

Familia es 3

Estos días la política española legisla a favor de temas que violan la misma esencia del ser humano. Pasito a pasito, distrayendo a lo grande la atención del personal y con rumbo fijo a poder liquidar el engendrar natural y sustituirlo por el artificial. El control máximo de la libertad y la salud de cada persona desde su punto 0. Sin la ecología de la madre y el padre haciendo el amor. Desmadre y desamparo.

¿Alguien argumenta en esos debates sobre la consciencia del bebé antes de nacer? ¿El shock y trauma prenatal y perinatal? ¿Las consecuencias psicofísicas para la salud de los nacidos por la reproducción artificial?

¿Para qué?
¿A quién le importa proteger, preservar y cuidar la integridad de cada nueva criatura humana desde el mismo comienzo de su vida intrauterina garantizando la paz para el futuro de toda la humanidad?
¿Cómo se pueden imponer leyes que interfieren y obstaculizan el trascendental proceso natural del inicio de la vida ignorando u ocultando que las circunstancias en las que somos concebidos, gestados, paridos y amamantados influyen alarmantemente en la salud integral de cada persona?

Todo ser humano, por el mismo hecho de serlo, está vinculado psicogenealógicamente de por vida desde su misma concepción con su padre y su madre y sus respectivos árboles transgeneracionales.

Se es hijo o hija desde la concepción porque se tiene a un padre y a una madre. 3.

Se es padre desde la concepción del hijo o de la hija, junto a la mujer que es la madre. 3.

Se es madre desde la concepción del hijo o de la hija, junto al hombre que es el padre. 3.

3,3,3. Familia es 3. Estructura raíz. Básica. Natural. No es que sea un constructo social anticuado o conservador; es que es la creación misma de la sabia Naturaleza. Cada nueva persona, única en el mundo, se ve espontáneamente vinculada física y psíquicamente en una sagrada trinidad. En el nombre del padre, del hijo o de la hija y de la madre. La cruz concepcional del espacio-tiempo. La energía sexual del Vacío.

Cada ser humano, solamente por su misma existencia, es un recordatorio viviente de la unión sexual entre un hombre y una mujer, su padre y su madre; de la unión sexual entre el espermatozoide y el óvulo, observando la unión de esa pareja desde un fractal más pequeño, en una escala más adentro de la dinámica de la realidad.

Guardamos la memoria de ese primer instante de vida. Cada célula de nuestro cuerpo pulsa esa unión de amor cósmica entre el espacio y el tiempo. ¿En qué circunstancias sucedió? ¿Fue realmente una concepción ecológica y sana? ¿O fue un violentado inicio de la vida fuera del hábitat natural y de las psicodinámicas saludables provocando en esa persona un estado de shock, terror y parálisis justo en el momento de máximo despliegue energético de su fuerza vital?

Los niños y las niñas tienen un padre y una madre.

Para rotular...


Lídia Estany


Artículos a
ltamente recomendables
: