viernes, 27 de mayo de 2016

Hacia una hijeidad* consciente

"Mar", fotografía de Lídia Estany Estany
lidiaestanyestany.blogspot.com

“¿Es necesario tener un padre y una madre?” 

A nuestros ancestros se les pondrían los pelos de punta al ver que generaciones y generaciones posteriores, en ese futuro tan prometedor, sus descendientes cuestionarían temas tan obvios como la importancia de tener un padre y una madre.
¿Cómo se puede dudar de algo tan evidente?
¿Es que no somos conscientes de nuestra hijeidad?

¿Es que no conocemos nuestra biografía desde la concepción? ¿Qué necesidades tuvimos en nuestra vida prenatal tanto respecto a nuestra madre, hacia nuestro padre, y hacia la sociedad? ¿Qué sentimientos congelamos, qué palabras hubiéramos querido poder expresar? ¿Es que no nos hemos planteado qué hemos aprendido de nuestro padre? ¿No sabemos qué hemos recibido de la parte paterna de nuestro árbol genealógico? ¿Qué hemos aprendido de nuestra madre? ¿Qué hemos recibido de la parte materna de nuestro árbol genealógico?
Y en la parte paterna también hay mujeres.
Y en la parte materna también hay hombres.
La unión de un hombre y una mujer es condición necesaria para la llegada de un hijo. No sólo porque representa un fractal mayor coherente con la unión física del espermatozoide y el óvulo, sino porque también está en armonía con la unión energética del óvulo y el espermatozoide.

Cada persona tiene que ver con su padre y con su madre, a partes iguales;

domingo, 8 de mayo de 2016

El embrión ficticio: historia de un mito biológico, libro de Gonzalo Herranz

”Hay que trabajar duro
para desmontar,
para deconstruir
pieza a pieza
la teoría del preembrión.
Es un error ético,
sobre todo;
y más ofensivo,
es un engaño científico.”

“Para ocultar la pérdida de embriones,
se echó mano del eficaz recurso de cambiar el significado de las palabras.
Esa manipulación del lenguaje se operó en dos ocasiones diferentes.
En la segunda se introdujo el nuevo término de preembrión,
para devaluar el estatus del neoconcebido
durante las dos primeras semanas de su desarrollo

y así absolver de culpa la inevitable pérdida y destrucción de embriones humanos
ligada a la reproducción de laboratorio.
En la primera, se redefinió el término ‘concepción’,
lo que trajo consecuencias importantes
para poner nuevos límites a la cronología de la gestación y el aborto,
y así librar a la contracepción de la sospecha de ser abortifaciente.”
Gonzalo Herranz

De incalculable valor el minucioso y brillante trabajo de investigación de Gonzalo Herranz que culmina con su libro publicado en el año 2013 “El embrión ficticio: historia de un mito biológico”. Herranz, Profesor Honorario de Ética Médica del Departamento de Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra, Catedrático de Histología, Embriología general y Anatomía patológica, es uno de los principales representantes de la ética profesional de la medicina en España y Europa. 

Herranz analiza minuciosamente toda la literatura científica que en su momento fue utilizada como argumentación para restarle dignidad al embrión humano, quitarle el sentido de ser persona, su humanidad y así dejar el camino libre de carga moral para poder legislar sobre técnicas de reproducción asistida, interrupción voluntaria del embarazo, experimentación embrionaria, etc. Se creó así un "embrión ficticio" al que llamaron "preembrión" por considerarlo como una "estructura prehumana". El exhaustivo análisis crítico que el Profesor Herranz realiza de todos esos argumentos que pretendían sustentar la deshumanización, demuestra que no son válidos y no prueban lo que afirman, ya que "nunca se basaron en datos embriológicos fuertes y comprobados, sino solo en suposiciones más o menos plausibles o en observaciones preliminares". Esos datos forman parte de lo que él llama una "biología ficticia del preembrión" compuesta de “prejuicios universalmente aceptados, generalizaciones infundadas, imaginaciones nunca sometidas a escrutinio riguroso que son aceptadas por todos.”

A continuación recomiendo los videos de dos conferencias del profesor y unos extractos de su artículo El embrión ficticio: historia de un mito biológico. El autor explica su libro, publicado en Cuadernos de Bioética XXV 2014/2ª dónde Herranz sintetiza con claridad sus descubrimientos más importantes. Imprescindible información para comprender con mayor precisión la deshumanización orquestada que sufre el mundo moderno:


“Hace ahora algo más de 50 años, casi todo el mundo pensaba que el embrión humano era merecedor del máximo respeto, y que no era decente, sino criminal, dañarlo o destruirlo. Pero el mundo ha cambiado: los profesionales, los legisladores, la gente civilizada y moralmente correcta, la mayoría de los ciudadanos, ya no piensan así: se han dejado convencer por