no las deciden los hombres:
no se inventan, se descubren.”
“¿Se
puede proteger el derecho de un ser
que todavía no existe?”
“Es
evidente que no es lo mismo
el seno amoroso de una madre
que
una placa de Petri.”
“El
hábitat prenatal
por la trascendencia que tiene en la
expresión de los genes,
debe formar parte de la definición
integral del genoma humano
y comprender también su
protección.”
Dra.
María Dolores Vila-Coro
(1930-2010)
María Dolores Vila-Coro, licenciada en Filosofía y en Ciencias de la Educación, licenciada y doctora en Derecho, fue académica correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, vocal del Comité Director de Bioética del Consejo de Europa, vocal de la Comisión Española de la UNESCO y presidenta de su Comité de Ética. Fue también vocal de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida y del Comité de Ensayos Clínicos de la Comunidad de Madrid. Fundó y presidió
la Asociación de Juristas ATRIA y la Sociedad Española de Biojurídica y Bioética. Miembro del Consejo Asesor de varias universidades nacionales e internacionales, participó en el consejo de redacción de las principales revistas de Bioética. Fue profesora de las Universidades Complutense, Francisco de Vitoria, Rey Juan Carlos y CEU San Pablo. Se le concedió la Cruz de San Raimundo de Peñafort. Entre sus libros se encuentran Introdución a la Biojurídica, Huérfanos biológicos y La Bioética en la encrucijada. Prologuista y coautora de unos 20 libros, publicó más de 200 artículos en revistas especializadas y diarios de tirada nacional; colaboró también habitualmente en diversos programas de televisión. Su libro póstumo La vida humana en la encrucijada. Pensar la Bioética, es una recopilación de sus mejores contribuciones.“El derecho a la identidad personal se desdobla en derecho a la propia herencia genética y derecho al hábitat natural que como ser humano le es propio. Todo individuo tiene derecho a su identidad personal, que es el núcleo o esencia específica de lo humano. La identidad de un individuo la constituye el genoma en diálogo con el ambiente, porque son los estímulos y respuestas del hábitat quienes descifran el mensaje genético. La biología, proporciona las estructuras que interactúan recíprocamente con el mundo cultural. Éste transmite por instrucciones y aprendizaje, no sólo formas de vida, sino también los elementos que descodifican el mensaje genético.”
“No
se puede discriminar a ningún ser humano porque la dignidad
humana es una prerrogativa de la especie humana,
que al hombre le es dada, precisamente, por pertenecer a esta
especie. Esta dignidad, por ser elemento definitorio y
constitutivo de la esencia humana, es ontológica, inherente a la
índole del ser humano. No importa si ese ser tiene una u otra edad,
ni cuál es su grado de desarrollo intelectual, emocional, o físico,
el punto de inflexión se encuentra en su condición de hombre.”
“Las
corrientes de pensamiento que se fundamentan en el Derecho natural
reconocen que el hombre es acreedor de unos derechos que son
inherentes a su dignidad.”
“El
valor que pretende realizar la norma moral es el bien, lo bueno,
también lo uno porque propicia la integración del individuo consigo
mismo y con la sociedad. Es
bueno lo que va en favor de la vida y está de acuerdo con el orden
natural. Es malo lo contrario: lo que destruye y desintegra.”
“(...)
a las normas que no son objetivas y universales cuyo fin no es la
realización del bien no se las puede llamar morales. (…) Las
normas morales están adecuadas al entendimiento humano; son el
referente necesario de la libertad: su finalidad es que el hombre las
conozca y que sirvan de pautas de comportamiento a su actividad en lo
que concierne al bien.”
“Entre
las fuentes del Derecho se reconoce a la costumbre
como fuente siempre que no vaya contra la
moral.”
“Uno
de los problemas que plantean los avances científicos es que para
justificar deseos personales se alude a supuestos e inexistentes
derechos. No se pueden definir como tales porque no son
expresiones de una facultad, como lo es el verdadero derecho, pero se
airean como si lo fueran: el de la mujer sin pareja a concebir un
hijo; de los homosexuales a adoptar niños; del científico a
utilizar embriones y fetos humanos para experimentar...”
“No
aceptar normas universales y objetivas conduce, automáticamente, a
una ética resultante de puntos de vista personales y criterios de la
propia conciencia, o de acuerdos pactados. Un criterio,
actualmente muy extendido en ambientes bioéticos, propugna un nuevo
orden moral: una bioética utilitarista con unos principios mínimos decididos por
consenso. De tal modo, que un pacto entre los grupos pueda
establecer unos “mínimos éticos” consistentes en unas normas
que todos estén dispuestos a cumplir y que sirvan de fundamento a
las leyes. Lo que sucede es que la apelación al consenso es válida
para decisiones políticas pero no para las morales. Aunque sea un
recurso acreditado por la democracia no es, en este caso, válido.
Las normas morales no las deciden los hombres: no se inventan, se
descubren, como se descubren las leyes de la naturaleza que rigen el
resto del universo. La norma moral brota de la propia
naturaleza humana exigida por el propio dinamismo de la vida de
las personas. Su finalidad es sentar un orden a las inclinaciones y
tendencias naturales del individuo en armonía con el desarrollo de
sus potencialidades.”
[Sobre
la Declaración Universal de Derechos Humanos] “De esa Declaración
lo verdaderamente importante es que recoge principios objetivos,
que por ser objetivos es por lo que han sido aceptados universalmente
y no viceversa. Si se invierte el orden lógico y se dice que son
principios éticos por ser consensuados, cualquier convenio podría,
según ese presupuesto, obtener el aval de la ética. A lo largo de
la historia de la humanidad se ha mantenido la creencia de que en lo
más íntimo de la conciencia humana existe una intuición de
justicia y un sentimiento que incita a su realización. Todo ser
humano reconoce criterios superiores de justicia a cuya luz se pueden
juzgar los derechos de los hombres. Cuando no se legisla de acuerdo
con esos criterios las leyes corresponden a formas circunstanciales
que no permanecen largo tiempo vigentes, y no son las propias de un
Estado de Derecho.”
“No
es aceptable utilizar embriones humanos para investigar, aunque sea
noble el propósito y se pretenda con ello impulsar el progreso
científico.”
“Tanto
en las Declaraciones de Derechos, como en los tratados
internacionales y Constituciones de los Estados de Derecho, la
moral se ha reconocido, universalmente, como límite del ejercicio de
los derechos. (…) Todos ellos se refieren a la moral,
referente único que todo el mundo entiende y comparte, y que a nadie
se le tiene que explicar en qué consiste ni cuáles son sus valores
y principios.”
“Si
se pone un límite injustificado en el proceso de desarrollo de la
vida humana este límite se podrá mover en cualquier momento que
convenga, tanto en su inicio como en su final.”
“Tendremos
la certeza de legislar acertadamente siempre que las leyes vayan a
favor de la vida, de una vida más humana; respetemos la dignidad
de la persona y los derechos que le son inherentes; propiciemos
la realización de los valores fundamentales que hunden sus raíces
en la realidad del hombre y garantizan la supervivencia de la
especie. Sólo así tendremos ciudadanos más felices y una
sociedad más justa en paz y armonía con el orden natural.”
“En
alguno de mis trabajos, y en un artículo dedicado a la protección
del genoma humano, he propuesto que se declare a la especie
humana sujeto de derecho para preservar el derecho
a su identidad. Éste es el
único vínculo posible entre las generaciones actuales y las
venideras. De otro modo, es difícil establecer normas
jurídicas que obliguen al no existir un sujeto actual perteneciente
a las generaciones futuras. Ellas están perfectamente representadas
en la especie, que es intemporal.”
“Cualquier
manipulación genética sobre células germinales o gametos supone
una alteración del material genético de quien recibe la terapia y
además del ADN de las generaciones
futuras, en definitiva del acervo genético de la especie humana.
Esto plantea de nuevo el dilema de si es lícito manipular los
genes de las generaciones futuras.”
“El
nuevo ser que surge de la clonación todavía no existe cuando se
lleva a efecto la manipulación, pero tiene derecho a la singularidad
genómica, a no ser la repetición de alguien que ha sido, o que es.
Pero ¿se puede proteger el derecho de un ser que todavía no existe?
Por ésta y por tantas novedades que se avecinan, próximas a la
hibridación, he propuesto que se declare a la especie humana como
sujeto de Derecho.”
“Estudios
recientes [2005] parecen demostrar la existencia de efectos directos sobre el genoma de los embriones debidos a la tecnología de la FIV.
Se trata de modificaciones epigenéticas por metilación de bases
nucleotídicas.”
“La
especie humana tiene también sus derechos:
el
derecho a la
inviolabilidad de la esencia intrínsecamente humana, el
derecho a
su identidad como especie, a su equilibrio y a su diversidad
natural.”
“La
vida humana no consiste sólo en mantenerse en la existencia: nacer,
crecer y desarrollarse. Es un irse haciendo con el ejercicio de las
facultades superiores propias del hombre. Se desarrolla en un
determinado ambiente en el que crece y progresa, del que depende que
se expresen unos u otros genes. De ahí la importancia del que he
dado en llamar hábitat prenatal. Proteger la vida
implica proteger también el claustro en el que el ser humano se
constituye. Ese primer hábitat, que la naturaleza ha
previsto para su desarrollo, se niega con la donación de óvulos y
con la maternidad subrogada al obligar al hijo a crecer en un útero
ajeno al de la madre que ha generado el óvulo. Considero que el
hábitat prenatal por la trascendencia que tiene
en la expresión de los genes, debe formar parte de la definición
integral del genoma humano y comprender también su protección.”
“La
importancia del ambiente, aunque es significativa durante toda la
vida, disminuye de forma inversamente proporcional a la edad hasta
que el individuo alcanza la madurez. Es decir, a medida que un
individuo se desarrolla el hábitat posee un efecto decreciente sobre
su configuración. Un adulto se ve menos afectado ya que posee
una mayor capacidad de control de las influencias externas y una
personalidad más madura que la de un niño. La etapa prenatal es
en la que se basa todo el desarrollo posterior del individuo; depende
casi exclusivamente del medio; este medio influye en su desarrollo
físico, psicológico y emocional. Después de esta etapa de
desarrollo inicial sólo se edifica sobre lo que ya se ha
configurado, similar a la solidez de los cimientos de una casa. El
hábitat prenatal es relativamente pequeño, confinado y sujeto a
cambios mientras el individuo es más vulnerable biológicamente.
Existe por tanto mayor necesidad y responsabilidad de garantizar
su protección. El intercambio inicial de comunicación entre el
genoma y el hábitat da lugar al desarrollo del organismo con unas
características específicas, que, a su vez, proporcionará la
estructura para un desarrollo más avanzado durante la maduración
ulterior del individuo.”
"Para concretar la protección del genoma en una Declaración Universal es conveniente limitarse a la etapa prenatal. En primer lugar porque es en esa etapa cuando es mayor la trascendencia del ambiente."
“No se puede eludir la relación entre el genoma y los efectos que el hábitat prenatal pueden llegar a ejercer sobre su expresión y alteración permanente; ni obviar las interrelaciones beneficiosas o nocivas para el nuevo ser. Factores de naturaleza diversa pueden influir, para bien o para mal, en el desarrollo del embrión.”
“La
ciencia médica nos ha mostrado un ejemplo muy preciso: alrededor de
1920 se desarrolló un estrógeno sintético, el dietilestilbestrol
(DES), que se utilizó para evitar abortos en mujeres embarazadas. En
estudios iniciales publicados en 1940-1955 se demostró
repetidamente que el fármaco era ineficaz y posiblemente dañino, a
pesar de lo cual se continuó administrando hasta 1970. Más
tarde se observaron efectos secundarios tardíos en personas
expuestas in utero a este fármaco: carcinoma vaginal,
cáncer de mama, malformaciones congénitas del útero y disminución
de la fertilidad. Resulta triste pero irónico que un tratamiento
diseñado para aumentar la fertilidad de las mujeres produjera, en
último extremo, lesiones
transmitidas durante generaciones que disminuían
la fertilidad en sus descendientes. El DES androgenizó la
descendencia femenina, que mostró comportamientos masculinizados con
una mayor afirmación y agresividad en las pruebas psicológicas. Los
hombres expuestos al DES durante el embarazo se feminizaron y
desarrollaron mayores tasas de homosexualidad, menor número de
casamientos, y una disminución en el recuento de espermas. El
hábitat prenatal no se protegió suficientemente frente a la
exposición a influencias nocivas. La naturaleza constitutiva del
hábitat prenatal queda evidenciada por la producción de
alteraciones corporales y mentales en las personas con exposición
intrauterina al DES.”
“Debe
protegerse su derecho a desarrollarse en el útero que la naturaleza
ha previsto para tal fin, que es el de la madre causante del óvulo,
sin que sea aceptable la disociación de la maternidad, como ya
se ha indicado. (…) Debemos tener en cuenta que el hábitat que al
ser humano le es propio, el que le corresponde como ser que
trasciende la naturaleza, es el
entorno emocional, cultural y moral en su sentido más amplio.
La genética nos ha mostrado que
los genes se expresan teniendo en cuenta los estímulos no
sólo físico-químicos sino también de orden psicológico,
intelectual, social y moral. Y señala la
gran importancia que tienen, sobre todo en la etapa
intrauterina y en los primeros
años de la vida, la estima y el afecto que rodean al niño. Ese
entorno constituye la urdimbre que conforma la personalidad y
constituye la autoestima, de tal modo que la identidad personal se
configura en función del aprecio que los demás sienten por el niño,
el joven, el adolescente, que contribuye a dar sentido a su
existencia.”
“Se
da una contradicción al proclamar la dignidad en instrumentos
internacionales y constituciones mientras se conculcan los más
elementales derechos humanos: a la identidad personal y a la vida. La
manipulación de gametos y embriones puede incidir en la propia
esencia de la especie humana.
Cuando se desprecia el derecho a la identidad personal, el sujeto
pierde la unidad del yo, sus puntos de referencia y sus vínculos de
toda índole: histórico, familiar, político, cultural. Al no
respetar el derecho a la vida, prima sobre ella la salud y el interés
de la Ciencia.”
“Resulta
cuestionable la legitimidad de la terapia génica en células
germinales por su carácter transmisible
a las generaciones futuras;
más rechazable todavía la hibridación
entre seres humanos y animales y la
clonación reproductiva;
o la impropiamente denominada “terapéutica”
que se hace a partir de embriones humanos.”
“Algunos
titulares de revistas científicas inducen a error porque presentan
como terapia génica lo que es en realidad eliminación de los
embriones portadores de enfermedades. El prestigioso periódico
Diario médico recoge una información del The Journal of
American Medical Association bajo el epígrafe “Logran
eliminar la anemia falciforme con manipulación genética” [19
mayo 1999]. Se refiere a una pareja portadora de anemia falciforme
que ha tenido gemelos libres de la enfermedad. El equipo de Kangpu
Xu, de la Universidad Cornell de Nueva York, se limitó a someter a
los embriones fecundados in vitro a test genéticos para
determinar si tenían mutación de células falciformes. Implantaron
en la madre los dos que estaban libres de la patología, destruyendo
los restantes por estar afectados. Como
se puede observar esto no es terapia sino eugenesia,
consistente en seleccionar los individuos sanos y desechar los
enfermos.”
“Nunca
la manipulación biológica supondrá un progreso si es a costa de
disminuir, condicionar o limitar alguna
de las facultades constitutivas de su esencia: inteligencia,
libertad, sociabilidad y apertura de valores.
De todas ellas, la más vulnerable es
la libertad que se conculca cuando el científico no
cuenta con el consentimiento del interesado,
o se degrada su condición de persona porque se instrumentaliza como
medio para otros fines: interés de
la ciencia, satisfacción de deseos de los padres, efectos
terapéuticos que no vayan en beneficio del paciente...”
“Este
experimento, ya realizado en EE.UU e interrumpido al comienzo de la
gestación, consistió en implantar un embrión humano en un
babuino -especie de mono-. "El catedrático de
Antropología de la Universidad de Florencia, Bruneto Chiarelli, ha
denunciado que no sólo es posible realizar un cruce entre un hombre
y una hembra chimpancé sino que ya se ha experimentado en Estados
Unidos, aunque los científicos norteamericanos interrumpieron el
embarazo antes de que llegara a su fin ... Según Chiarelli ... los
cromosomas del chimpancé son muy parecidos a los del hombre. De
hecho, el chimpancé tiene sólo dos más, es decir 48, en vez de 46,
y según el científico italiano ya han dado resultado los cruces
entre primates muy alejados entre sí en la escala biológica,
concretamente entre uno de 44 cromosomas y otro de 50 cromosomas"
ARIAS, J.: "Un antropólogo italiano denuncia la
creación de híbridos entre el mono y el hombre", en El
País, 14 mayo 1987, (p. 31). También ABC, 3 enero 1989. P. 44 y El
País, 20 mayo 1987,p.4-5.”
“Por
ejemplo, al implantar un solo embrión de un único miembro de la
especie humana en el útero de un animal, no se comete un delito
contra la humanidad (conjunto de individuos), se conculca el
derecho de la especie a su propia identidad, a su ser
específico, a su esencia, que expresa la comprensión del
concepto hombre; independientemente de que se violen también los
derechos del individuo en cuestión.”
“Igualmente
debe la Bioética desarrollar un discurso coherente y humano sobre
que el hábitat en que la vida se desarrolla forma parte de la
propia vida: Yo soy yo y mi circunstancia. Cuando ese hábitat
se manipula, la vida humana se pone en riesgo. Y no debe el
hábitat referirse sólo al “ecosistema”, sino también al
hábitat donde la vida humana es acogida inicialmente: es evidente
que no es lo mismo el seno amoroso de una madre que una placa de
Petri. El respeto a la persona humana debería llevarnos a
garantizarle un ambiente adecuado a su propia realidad.”
“¿Por
qué no vemos la importancia de la protección de nuestro propio
hábitat humano? ¿Por qué no aplicamos estas mismas teorías y
valores al mantenimiento
del medio biológico, psicológico, emocional y ético de los seres
humanos?”
“Hoy
se tienen datos suficientes para pensar que la
consciencia no tiene su origen en el nacimiento. Esto es
especialmente obvio en el caso de los niños prematuros. La
consciencia, que se desarrolla gradualmente a lo largo de los años,
sigue un proceso continuo y gradual desde el momento de la concepción.”
“El
momento en que aparece la consciencia humana está sujeto a debate.
Lo curioso es que para el concebido no
nacido no reza el principio jurídico “in
dubium pro nasciturus”;
se tiende a posiciones retrógadas de cuando se desconocía la
riqueza de la vida intrauterina por el atraso de la embriología y
por la carencia de los recursos técnicos que hoy disfrutamos.”
“Alterar
y manipular el hábitat humano prenatal equivale a irrumpir con una
autopista a través de un ecosistema impoluto y virgen. Una vez que
estas acciones se generalizan no hay vuelta atrás. Si se
profana la sacralidad del santuario de la vida es difícil
retroceder. ¿Estamos preparados para
encararnos con las consecuencias? El motivo clave para
proteger al genoma humano básicamente, garantizar la adecuada
expresión del genoma individual, por tanto, potenciar o mantener la
identidad de cada individuo futuro. Desde este punto de vista se
hace necesario incluir en nuestra definición de genoma alguna
mención sobre el hábitat prenatal que le es propio a cada
individuo, para proteger su derecho a la identidad personal.”
Dra.
María Dolores Vila-Coro
(1930-2010)
Fuentes:
*La
vida humana en la encrucijada. Pensar la Bioética (2010),
Ediciones Encuentro
*El derecho a la identidad personal (1995), Cuadernos de Bioética
*El marco jurídico en la Bioética (2005), Cuadernos
de Bioética
*La protección del genoma humano (1998),
Cuadernos de Bioética
“Deberíamos
considerar el hábitat humano
como nuestra riqueza más
preciada,
con la misma admiración e inquietud
con que
observamos nuestro frágil ambiente natural.”
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