La muerte temprana del gemelo supone un profundo impacto psicológico que marca a la persona de por vida. Se calcula que aproximadamente 1 de cada 8 seres humanos compartió su vida intrauterina con un hermano gemelo que murió sin poder continuar su desarrollo. Cuando la muerte tiene lugar dentro del primer trimestre de gestación se habla del “gemelo evanescente” ya que suele “desaparecer” absorbido por el útero, por la placenta o por el cuerpo del gemelo sobreviviente. En estos casos uno no sabe que en realidad es un gemelo solitario, aunque a nivel celular esa memoria del otro seguirá existiendo esperando ser hecha consciente e integrada. Sentimientos de culpa, tristeza, soledad, de abandono, de que algo falta... pueden tener su origen en el shock de experimentar la muerte del gemelo en la etapa más delicada del ser humano en formación. En este video Alfred Austermann expone con extrema sensibilidad sus experiencias y descubrimientos sobre uno de los temas más desconocidos por la psicología convencional.
Nota: Desgraciadamente la entrevista sólo está disponible en inglés; si alguien quiere subtitularla sería genial y de gran ayuda ya que en español hay muy poco material disponible. Te puedes poner en contacto via e-mail con este blog: lavidaintrauterina(arroba)gmail.com. ¡Muchas gracias!
Nota: Desgraciadamente la entrevista sólo está disponible en inglés; si alguien quiere subtitularla sería genial y de gran ayuda ya que en español hay muy poco material disponible. Te puedes poner en contacto via e-mail con este blog: lavidaintrauterina(arroba)gmail.com. ¡Muchas gracias!
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