El influjo del gemelo 'fantasma'
La desaparición de un embrión eleva el riesgo de secuelas en el superviviente PATRICIA LUNA - Londres - 19/05/2009
Aunque el fenómeno se conoce desde hace décadas, se estima que uno de cada ocho individuos compartió el útero materno con un hermano que nunca llegó a desarrollarse. A estos hermanos fantasma se les conoce como gemelos desaparecidos (vanished twins, en inglés). Por cada pareja de gemelos que nace, hay otros 12 embarazos múltiples que resultan frustrados.
La desaparición de uno de los dos gemelos tiene una explicación: el embrión que no llega a desarrollarse ha sido absorbido por el otro embrión, por la placenta o por la madre. Pero esta desaparición puede tener un precio para el gemelo que sobrevive, como ha confirmado un estudio publicado en Human Reproduction, en el que se siguieron más de 210.000 embarazos, 5.900 múltiples, con ecografías detalladas realizadas antes de la semana 21. El estudio muestra que tener un gemelo fantasma antes de la semana 16 de embarazo aumenta en el superviviente el riesgo de sufrir una anomalía congénita.
La investigación, realizada por Peter Pharoah, de la Universidad de Liverpool, tomó como muestra el número de nacimientos registrado en una región del norte de Inglaterra entre 1998 y 2004. Este seguimiento ha podido ser más exhaustivo que en estudios anteriores porque en esta zona los protocolos de seguimiento del embarazo estipulan que, desde las primeras semanas, se registren los sacos gestacionales o los latidos de corazón como posibles indicios de gestación múltiple.
El estudio resulta relevante más allá de lo anecdótico, porque pone de manifiesto que para los bebés que compartieron útero materno con un hermano desaparecido el riesgo de desarrollar anomalías, malformaciones o enfermedades congénitas puede ser hasta cuatro veces mayor que en el caso de un hijo único. De los 138 bebés que tuvieron gemelos fantasma en las primeras semanas de embarazo, 11 sufrieron malformaciones.
Se sabía que la pérdida de uno de los bebés a partir de la decimosexta semana de gestación puede poner en peligro la salud del que queda vivo: aumenta el riesgo de parálisis cerebral u otras discapacidades, de prematuridad e incluso de muerte. Ahora, la investigación de Pharoah va un paso más allá, y demuestra que cuando uno de los gemelos desaparece durante las primeras semanas de gestación, incluso antes de ser identificados, el peligro para la salud del superviviente es aún mayor. En comparación con los hijos únicos, el índice de malformaciones entre gemelos es 1,6 veces mayor. Las malformaciones se multiplicaron por 2,4 en los bebés que compartieron el útero con otro gemelo que acabó muriendo.
Los investigadores creen que cuando la pérdida ocurre en la etapa embrionaria, antes de que el feto esté formado, el impacto es aún mayor debido a la inmadurez del embrión.
En general, la mayoría de las malformaciones se producen entre gemelos idénticos, es decir, monocigóticos, aquéllos en los que el huevo fertilizado se divide en dos mitades que darán lugar a dos embriones. Los embarazos de gemelos no idénticos o mellizos (dicigóticos) consisten en dos huevos fertilizados al mismo tiempo. Los gemelos monocigóticos comparten placenta y en muchos casos se puede producir lo que es conocido como transfusión feto-fetal, es decir, cuando la sangre de uno de los gemelos se introduce en las venas del hermano, lo que pone en riesgo la supervivencia de ambos.
"Cuando existe una placenta monocoriónica, compartida por los dos gemelos, muchas veces al comienzo del embarazo se puede observar esta transfusión de sangre entre los gemelos, lo que afecta al desarrollo de los órganos del bebé. Hay que tener en cuenta que órganos como el corazón se desarrollan de forma muy rápida en las primeras ocho semanas de vida y todos dependen de una constante provisión de sangre. Si la transfusión de sangre de un bebé a otro no se produce de forma adecuada esto puede causar la muerte de uno de los fetos y afectar profundamente a la salud del que queda vivo, aunque esto son todo hipótesis que necesitan ser comprobadas", afirma Pharoah.
Los órganos se desarrollan durante las primeras semanas, mientras que el cerebro está en desarrollo continuo a lo largo de todo el embarazo. Esto explicaría que entre los bebés que han tenido un gemelo fantasma haya una mayor prevalencia de, no sólo parálisis cerebral, sino también de otras enfermedades congénitas.
Anja Pinborg, de la Clínica de Fertilidad Rigshospitalet, asociada al Hospital Universitario de Copenhague, en Dinamarca, quien también ha realizado investigaciones acerca del fenómeno de los gemelos fantasma en los casos de fecundación artificial, asegura: "Este trabajo es muy interesante y consistente. En los que nosotros hemos realizado se demuestra que existe riesgo de bajo peso en el bebé sobreviviente".
Para prevenir las malformaciones, Pharoah cree necesario llevar a cabo más investigaciones que confirmen los datos registrados en el norte de Inglaterra. "Hay que entender por qué se produce el fenómeno de los gemelos monocigóticos y qué lleva al huevo a dividirse en dos", concluye.
Fuente original: http://www.elpais.com/articulo/salud/influjo/gemelo/fantasma/elpepusocsal/20090519elpepisal_1/Tes
Nota: Los destacados en negrita son de LaVidaIntrauterina
Para conocer las consecuencias psicológicas para el gemelo sobreviviente:
*Noticias sobre la pérdida intrauterina del gemelo