"El clítoris de la mujer (los corpora cavernosa de ella)
es análogo a los corpora cavernosa del hombre (el clítoris de él).
Este hecho se conoce desde hace tiempo,
pero el descubrimiento no fue bien recibido
y no llegó a incorporarse al conocimiento común."
Este hecho se conoce desde hace tiempo,
pero el descubrimiento no fue bien recibido
y no llegó a incorporarse al conocimiento común."
Catherine Blackledge
El clítoris de la mujer no es ningún vestigio de pene. Y el hombre también tiene su clítoris. Los genitales tanto masculinos como femeninos gozan de total integridad.
Es posible observar claramente en el desarrollo de los órganos sexuales femeninos
y masculinos algunos de los gestos morfológicos esenciales que exhiben el óvulo y el espermatozoide en su delicado y preciso proceso de maduración y desarrollo. Teniendo en cuenta que cada hombre y cada mujer inician su andadura biográfica a partir de su concepción, parece como si el comportamiento observable fenomenológicamente tanto del óvulo como del espermatozoide siguieran vigentes durante el desarrollo de la nueva persona, y no solamente a lo largo de su vida prenatal sino también durante su crecimiento postnatal, especialmente evidente en la adolescencia, pero incluso también a lo largo de toda su vida.
“Los factores emocionales
afectan la formación de los sistemas físicos”
Dr. William Emerson
afectan la formación de los sistemas físicos”
Dr. William Emerson
Los 2 primeros meses de vida prenatal que dura la organogénesis son especialmente críticos para la salud psicofísica del nuevo bebé ya que cualquier circunstancia suficientemente agresiva y violenta podría ocasionarle un shock y afectar su correcto desarrollo en su etapa más vulnerable. Podría suceder por ejemplo, centrándonos en el tema que nos ocupa, un shock vinculado a la identidad sexual, como una pérdida gemelar temprana (ver El shock de la muerte prenatal del gemelo: Las consecuencias físicas) sumado o no quizá a una fuerte preferencia de sexo por parte de uno o los dos progenitores (esto es, desear tener una niña ignorando que ya es un niño o querer un niño siendo ya una niña; la criatura se ve discriminada sexualmente antes de nacer y se puede sentir gravemente herida por las personas que más ama mientras éstas ignoran la magnitud de lo que está acontenciendo realmente).
“El hecho de que ambas células acaben encontrándose no es casual,
sino que revela un propósito o necesidad intrínseco.”
Dr. Jaap van der Wal
sino que revela un propósito o necesidad intrínseco.”
Dr. Jaap van der Wal
“La génesis y maduración de los gametos
es un proceso de una enorme precisión
que requiere como nicho natural el cuerpo masculino o el femenino.
De su estado depende una diferenciación estable
durante el desarrollo embrionario,
tras su mutua fecundación.”
Dra. Natalia López Moratalla
es un proceso de una enorme precisión
que requiere como nicho natural el cuerpo masculino o el femenino.
De su estado depende una diferenciación estable
durante el desarrollo embrionario,
tras su mutua fecundación.”
Dra. Natalia López Moratalla
Las cualidades de apertura y expansión que exhibe el óvulo se pueden encontrar también en los genitales femeninos, así como las dinámicas curvas y de esfera. Mientras que los gestos de concentración, fusión y contracción que expresa el espermatozoide los podemos hallar también en los genitales masculinos. El clítoris de uno y otro sexo ejemplifica claramente esta idea: mientras el clítoris de la mujer se separa y tiende hacia una forma ovoide y redondeada sobre todo en erección, el clítoris del hombre se cierra y mantiene el aspecto de radio y flecha tan característico del espermatozoide culminando también en la erección.
“Es la forma y no la esencia
lo que diferencia los genitales externos
del hombre y de la mujer.”
Catherine Blackledge
1
origen, 2 caminos y ¿1 destino?
La diferenciación sexual ya empieza en la concepción (XX o XY)
aumentando la polarización a medida que avanza el crecimiento.
La diferenciación sexual ya empieza en la concepción (XX o XY)
aumentando la polarización a medida que avanza el crecimiento.
Reflexionar sobre estas cuestiones es no solamente un requerimiento ético del buen hacer de la comunidad humana sino además una tarea apasionante para todas aquellas personas que nos maravillamos ante la sabiduría y la perfección de la Naturaleza. Y es que estremece darse cuenta de la facilidad con la que las sutiles dinámicas sexuales que envuelven el milagro de la creación pueden verse interrumpidas, obstaculizadas, abortadas o distorsionadas. Las consecuencias de las heridas antes de nacer dejan patente la imperiosa necesidad de reunir todos los recursos posibles que tenga una civilización para cuidar el periodo prenatal y perinatal, especialmente en la preservación de la fertilidad, del engendrar natural y la ecología de la preconcepción, concepción, gestación y nacimiento a nivel tanto físico, emocional, psíquico como espiritual para garantizar la salud de cada nuevo ser humano y de toda la Humanidad.
Si como evidencia el Dr. Jaap van der Wal “el óvulo y el espermatozoide son el contexto mutuo uno del otro”, saltando a un fractal mayor, ¿son también la vagina y el pene el contexto mutuo uno del otro?
Lídia Estany
Autora del blog La Vida Intrauterina
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