Víctor-M-Amela entrevista a Maria Luisa Becerra, renacedora, para La Contra de La Vanguardia, 28-2-2011:
Memoria biológica
Esta señora ha nacido dos veces: una cuando la parieron, otra cuando se parió.
Esta señora ha nacido dos veces: una cuando la parieron, otra cuando se parió.
Dice que protagonizó una sesión de rebirthing (renacimiento) que la retrotrajo a la memoria biológica de su propio nacimiento, y que recuperar esa información primordial la ayudó a mejorar su vida. Dicha técnica de "renacimiento" pasa por unos ejercicios respiratorios capaces -dice- de reactivar antiguas memorias emocionales empaquetadas en tu sistema cerebroespinal. Así puedes rastrear pautas que imprimió en tu personalidad el lance de tu nacimiento: Becerra (www.marialuisabecerra.com/) anuncia que puedes modificar tales pautas si tomas conciencia de ellas. Ella asegura haberlo experimentado.
Tengo la edad de mi joven corazón. Nací en Barcelona y vivo en Cardedeu. Soy renacedora y terapeuta de constelaciones familiares sistémicas. Tengo seis hijos (de 47 a 33 años) y cinco nietos. ¿Política? Soy libre. ¿Creencias? Soy libre. ¿Afición? Las artes. Reviví mi nacimiento.
Nacer o no nacer: ¿esa es la cuestión?
¡Desde luego! ¡Shakespeare! Quizá un día merezcamos no nacer…
Entre tanto, nacemos.
Recibamos, pues, al que nace, del modo más amoroso y consciente posible.
¿A qué se refiere?
A que padre y madre lo deseen desde su concepción, que lo amen durante la gestación –venga niño o niña-, que acojan sin posesividad a ese bebé que les ha elegido, que lo arrullen sin que nadie se lo lleve aparte…
Perdón: ¿el bebé elige a sus padres?
Míralo así, es bonito: todo bebé nace por algo. Y las circunstancias de su nacimiento serán el guión de la película de su vida…
¿Qué circunstancias?
Tu parto imprimió en ti una huella profunda: ¡guardas memoria celular de ese lance!
¿Sí? Pues yo no recuerdo nada…
Pues lo viviste, y eso modeló aspectos de tu identidad, de tu personalidad.
¿Qué aspectos?
Tiene que ver con ser más o menos luchador o apático, más lanzado o inseguro, rabioso, tímido, seductor, o negarte el éxito…
¿En qué se basa para afirmar esto?
Lo he experimentado yo misma.
¿Cómo?
Reviví mi nacimiento: recuperé memoria de lo sucedido…, ¡y eso me ha llevado a mejorar! Y hoy ayudo a otros a hacer lo mismo: esa experiencia te permite entenderte y, así, superar bloqueos que te mortifican…
¿Qué experimentó usted?
Yo había asistido como doula (comadrona coach) en tres mil partos…, y en cada parto intuía que había algo más de lo que veía… Y en un congreso de ginecología y obstetricia, conocí a Leonard Orr…
¿Quién?
El creador del rebirthing (renacimiento), técnica de respiración circular consciente que te permite reconectar con tu memoria perinatal: afloran memorias atascadas. Quedé en posición fetal, sentí grandes dolores… hasta que un grito brotó de mis entrañas…
¿Nacía?
¡Lo reviví, sí! Y fue así como entendí que el dolor de cabeza que yo sentía cada vez que asistía a un parto… ¡era recuerdo del dolor de los fórceps con que me extrajeron a mí!
¿Ha contrastado eso?
Mi madre me lo ha confirmado. Y en mi renacimiento visualicé unas llamas…, y luego mi madre me ha explicado que, por un apagón, nací a la luz de muchas velas. ¡Hay que ver hasta dónde llega nuestra memoria!
¿Hasta dónde?
A rememorar el frío que sentiste al nacer, los dolores, que papá no estaba, los abusos…
¿Qué abusos?
Lo es una cesárea injustificada: extraído, a ese bebé le han robado su nacimiento, ¡no ha podido ni nacer! ¡Qué impotencia sentirá en su vida! Padecerá de falta de vitalidad.
¿Por qué?
Porque estará sintiendo que vivir implica dañar a alguien a quien ama (su madre).
¿No es esto demasiado determinista?
Se trata de un guión general, tamizado en cada caso por otras circunstancias… Si te haces consciente de esto, puedes aceptarlo, amarlo ¡y transformarlo desde la consciencia! Las memorias, pues, pueden sanarse.
¿Qué guión tengo si nací con anestesia?
En momentos públicos cruciales, los sentirás como un sueño, no vivirás vívidamente.
¿Qué guión tengo si nací con fórceps?
“La ayuda hace daño”: te costará dejarte ayudar, serás muy autosuficiente…, con enorme desgaste. Y en momentos de tensión, te dolerá la cabeza.
¿Y si nací de nalgas o de pie?
“Voy siempre al revés, no encajo”, sentirás. Ysi lo primero que mostraste son tus genitales, sentirás rechazo hacia tu sexualidad.
¿Y con el cordón umbilical alrededor del cuello?
“Para vivir, debo luchar”: te meterás en mil enredos, pues identificarás vida con lucha. Y eso también desgasta mucho…
¿Y el bebé que empieza a nacer y le obligan a esperar unos minutos?
Pasó con uno de mis hijos… y siempre que está a punto de algún logro, ¡se frena!
Suena a chiste…
No lo es. Los nacidos de parto inducido esperan siempre a que alguien les empuje o induzca para actuar.
¿Y los bebés prematuros?
Tenderán a querer resolver las cosas apresuradamente.
¿Y el bebé tardío?
Algo le decía que las cosas afuera no estaban finas, que mejor esperar… Tenderá a gustarle la noche, y la cama será su espacio al que se llevará libros, ordenador…
¿Y los de sexo no deseado?
Anhelarán ser amados por su sexo, incurriendo en relaciones insatisfactorias. Erróneo camino: no lograrán ser amados.
Relate algún caso curioso
…Una parejita estaba muy preocupada por no haber completado la mudanza de su piso nuevo… Tanto, que el feto se puso de culo. Les relajé, comprendieron que no importaba que su hijo naciese entre cajas… ¡y entonces el bebé se recolocó!
¿Qué consejo daría usted a toda madre gestante?
Canta mucho, comunícate afectivamente con el feto, huye del estrés… Y, sobre todo, vive un ritual de renacimiento: aprenderás a trascender los dolores de tu vida, y así darás a tu hijo lo mejor ti mismo.
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