”Hay que trabajar duro
para
desmontar,
para deconstruir
pieza a pieza
la teoría del preembrión.
Es un error ético,
sobre todo;
y más ofensivo,
es un engaño
científico.”
“Para
ocultar la pérdida de embriones,
se echó mano del eficaz recurso de
cambiar el significado de las palabras.
Esa manipulación del
lenguaje se operó en dos ocasiones diferentes.
En la segunda se
introdujo el nuevo término de preembrión,
para devaluar el estatus
del neoconcebido
durante las dos primeras semanas de su desarrollo
y
así absolver de culpa la inevitable pérdida y destrucción de
embriones humanos
ligada a la reproducción de laboratorio.
En la
primera, se redefinió el término ‘concepción’,
lo que trajo
consecuencias importantes
para poner nuevos límites a la cronología
de la gestación y el aborto,
y así librar a la contracepción de la
sospecha de ser abortifaciente.”
Gonzalo
Herranz
De
incalculable valor el minucioso y brillante trabajo de investigación de Gonzalo Herranz que culmina con su
libro publicado en el año 2013 “El embrión ficticio: historia de un mito
biológico”. Herranz, Profesor Honorario de Ética Médica del
Departamento de Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra, Catedrático de Histología, Embriología general y Anatomía
patológica, es uno de los principales representantes de la ética
profesional de la medicina en España y Europa.
Herranz analiza minuciosamente toda la literatura científica que en su momento fue utilizada como argumentación para restarle dignidad al embrión humano, quitarle el sentido de ser persona, su humanidad y así dejar el camino libre de carga moral para poder legislar sobre técnicas de reproducción asistida, interrupción voluntaria del embarazo, experimentación embrionaria, etc. Se creó así un "embrión ficticio" al que llamaron "preembrión" por considerarlo como una "estructura prehumana". El exhaustivo análisis crítico que el Profesor Herranz realiza de todos esos argumentos que pretendían sustentar la deshumanización, demuestra que no son válidos y no prueban lo que afirman, ya que "nunca
se basaron en datos embriológicos fuertes y comprobados, sino solo en
suposiciones más o menos plausibles o en observaciones preliminares". Esos datos forman parte de lo que él llama una "biología ficticia del preembrión" compuesta de “prejuicios universalmente aceptados,
generalizaciones infundadas, imaginaciones nunca sometidas a
escrutinio riguroso que son aceptadas por todos.”
A
continuación recomiendo los videos de dos conferencias del profesor y unos extractos de su artículo El embrión ficticio: historia de un mito biológico. El autor explica su libro, publicado en Cuadernos de Bioética XXV 2014/2ª dónde Herranz sintetiza con claridad sus descubrimientos
más importantes. Imprescindible información para comprender con mayor precisión la deshumanización orquestada que sufre el mundo moderno:
“Hace
ahora algo más de 50 años, casi todo el mundo pensaba que el
embrión humano era merecedor del máximo respeto, y que no era
decente, sino criminal, dañarlo o destruirlo. Pero el mundo ha
cambiado: los profesionales, los legisladores, la gente civilizada y
moralmente correcta, la mayoría de los ciudadanos, ya no piensan
así: se han dejado convencer por