ADVERTENCIA:
Esta información NO puede herir tu sensibilidad.
Esta información puede ayudarte a darte cuenta de quién o quiénes
SÍ hirieron tu sensibilidad en el pasado.
Con lo que podrías empezar a sentir parte de ese dolor bloqueado,
los sentimientos y emociones congelados que no pudiste sostener entonces
debido al shock o trauma que sufriste.
Déjalos despertar en ti. Déjalos emerger a la luz de tu consciencia.
Libéralos. Ahora estás a salvo.
Es de justicia que puedas restaurar tu sensibilidad.
Esta información NO puede herir tu sensibilidad.
Esta información puede ayudarte a darte cuenta de quién o quiénes
SÍ hirieron tu sensibilidad en el pasado.
Con lo que podrías empezar a sentir parte de ese dolor bloqueado,
los sentimientos y emociones congelados que no pudiste sostener entonces
debido al shock o trauma que sufriste.
Déjalos despertar en ti. Déjalos emerger a la luz de tu consciencia.
Libéralos. Ahora estás a salvo.
Es de justicia que puedas restaurar tu sensibilidad.
Pasa el tiempo y aún
se sigue diciendo por
ahí que la placenta es
de la madre...
La
placenta no sólo no es
de la madre sino que es
el bebé también mientras siguen unidos cuerpo central y cuerpo
periférico (placenta).
La placenta tampoco
es "la hermana gemela del bebé"
ya que es el bebé mismo;
la profunda huella de la muerte prenatal y perinatal del gemelo es
otra cosa.
No es que tengas derecho a llevarte "tu placenta a casa" sino que tienes derecho y más bien el deber... de preservar la salud integral de tu hijo llevándote a tu hijo enterito a tu casa, sin mutilarle su cuerpo cortándole el cordón umbilical cuando todavía la Naturaleza no lo ha establecido (ni inmediatamente, ni cuando se supone aparentemente que "ya ha dejado de latir" a los 3, 7, 11, 15 minutos... o cuando alguien decide que ya se puede cortar). Se deberían dejar que pasen los días necesarios para que el bebé complete su nacimiento a su ritmo, no sólo fisiológicamente sino holísticamente. Y luego se puede proceder a honrarla de la mejor manera posible.